Hace unos años, acudir a un sex shop suponía un tema tabú, algo que había que ocultar, como todo lo que se relacionaba con el sexo. Sin embargo, desde hace un tiempo la sexualidad se ha ido naturalizando mucho. En este proceso han jugado un papel importante varios actores. Uno de ellos es internet y la proliferación de tiendas de artículos eróticos que existe en la actualidad.
Los terapeutas y sexólogas también han ayudado a que el sexo se descriminalice a nivel de opinión. Durante muchos años se han emitido en televisión programas sobre educación sexual y sexualidad.
¿Y qué papel juegan los juguetes eróticos?
Un tercer elemento clave en esta dinámica es el éxito de los juguetes sexuales y los artículos eróticos, a la venta muchos de ellos es sex shops tradicionales y online. En el caso de las tiendas a través de internet, una ventaja añadida es que los servicios de entrega son discrecionales, de modo que quien recibe el producto se asegura de que nadie sabe lo que está recibiendo.
Los juguetes sexuales son una pieza clave para mejorar la vida sexual, darle más intensidad, conocer nuevas sensaciones, y también, como no, mejorar la salud física y mental. El sexo es salud, esta es una máxima muy repetida desde hace años, pero para que así sea deben experimentarse sensaciones agradables y placenteras.
Los lubricantes íntimos están diseñados para mejorar las relaciones íntimas. Con ellos se consigue que el placer sea más duradero y que el sexo no se convierta en un trámite, sino que sea agradable. En ocasiones, sobre todo cuando se prueban nuevas posturas o se innova en exceso, es conveniente dotarse de productos que faciliten esas experiencias.
Los lubricantes íntimos son perfectos para esas situaciones, pero como estos, también lo pueden ser otros artículos eróticos: dildos, vibradores o los famosos succionadores de clítoris. De hecho, el interés creciente que están teniendo los juguetes sexuales se debe en gran medida a la fama que han adquirido los succionadores.
El despertar de la sexualidad femenina
Un punto importante de los juguetes eróticos, y en concreto de los succionadores de clítoris, es que han impulsado al debate público la sexualidad femenina. Si hasta hace años era tabú hablar de sexo, en el caso de las mujeres era incluso más pernicioso, más vergonzante.
La problemática que causaba esto es que ellas no podían disfrutar abiertamente de su sexualidad. De manera inconsciente se reprimían, o cuando no lo hacían, tenían que mantenerlo oculto.
Por suerte, los succionadores de clítoris han permitido darle la vuelta a esta dinámica. Su éxito de ventas no solo se debe a un cambio de mentalidad, más abierta y tolerante en cuanto al disfrute sexual, sino al hecho de que una inmensa mayoría de mujeres alcanzan el orgasmo mediante la estimulación de esta zona.
Y no es para menos, pues el clítoris es el área de estimulación sexual más potente de las mujeres. Existen más de 8.000 terminaciones nerviosas en este punto, más que en cualquier otra zona erógena y por supuesto, muchísimas más que en las zonas erógenas de hombres.
El sexo como refuerzo de la salud física, mental y afectiva
Todo esto lleva a considerar los juguetes sexuales y artículos eróticos como una herramienta imprescindible para mejorar la sensación de bienestar física y mental. Su uso, ya sea de manera individual o en pareja, no solo se asocia a más placer, sino también a más autoestima, un mayor conocimiento propio y mejoras en la salud física.
Algunos artículos eróticos, como las bolas chinas, pueden hacer recuperar a las mujeres que han sido madres su capacidad de fortaleza en el suelo pélvico. Para los hombres también existen técnicas y juguetes que ayudan a tratar ciertas patologías, como la disfunción eréctil.
Y por otra parte, cabe no olvidar la importancia que tiene la incorporación de nuevas propuestas a nivel sexual para las parejas, que ven cómo se activa esa llama de la pasión haciendo uso de juguetes compartidos, juegos de rol, disfraces y otras muchas ideas que traen consigo Platanomelon y otros sexshops.
Disfrutar del sexo es un proceso muy necesario para mejorar estándares de calidad de vida, sentirse mejor con uno o una misma y reforzar relaciones afectivas y de deseo. La sexualidad ya no es un tema tabú, sino que es una vía para gozar de mejor salud.