Durante años se sostuvo la creencia popular de que al hombre le cuesta ser fiel, porque eso “está en su naturaleza” y “tiene un apetito sexual insaciable”. Sin embargo, una nueva investigación podría cuestionar lo que muchos daban por sentado sobre sus principales motivaciones.
La doctora Alicia Walker, profesora y socióloga de la Universidad Estatal de Missouri, postuló que la decisión de un hombre de ser infiel está más ligada a su “necesidad de conexión emocional e intimidad” que por sus “ganas de sexo”.
En su libro, “Chasing Masculinity: Men, Validation and Infidelity”, Walker entrevistó a hombres infieles que concretaron encuentros extramatrimoniales a través de la plataforma Ashley Madison. Su intención era averiguar las verdaderas razones por las que los hombres habían decidido renunciar a la fidelidad.
Según las conclusiones citadas por el portal ABC.es, una gran mayoría de los hombres interrogados explicaron que las motivaciones de sus aventuras no se basaban en un apetito sexual desenfrenado, sino más bien en el “deseo de apoyo, validación y otras necesidades emocionales que su pareja principal no satisfacía”.
“Los hombres con los que hablé me explicaron que sus esposas no les prestan suficiente atención, no muestran suficiente interés en sus sentimientos y carecen de entusiasmo cuando se trata de tener relaciones sexuales», reveló la socióloga.
“A pesar de que aman a sus esposas, estos hombres ven este desinterés en ellas, no solo como pareja sexual sino como persona, y lo interiorizan como ‘no soy lo suficientemente bueno’. Entonces, porque quieren seguir casados, subcontratan esas necesidades insatisfechas mediante la búsqueda de un tercero más interesado que muestre ese entusiasmo y les dé la validación que no están recibiendo en casa”, argumentó.
¿Qué pasa con las mujeres?
De acuerdo con la investigación, mientras que los hombres están más motivados por la necesidad de ser apreciados, escuchados y reconocidos, las mujeres están más impulsadas por el sexo y la falta de orgasmos en el hogar. Al ser relevadas, las mujeres infieles dicen sentirse apoyadas emocionalmente por sus cóyuges, pero necesitan suplir sus necesidades físicas.
“Hemos desarrollado conceptos erróneos de género y asumimos que las mujeres son infieles para encontrar el amor y los hombres para tener sexo. Esto cambia un poco el guion y muestra que la mayoría de las aventuras de las mujeres tienen que ver con la variedad sexual, mientras que los hombres tienen cuidado de investigar a sus posibles parejas para la estabilidad emocional que necesitan. También es más probable que sean más monógamos con su pareja externa que las mujeres, y generalmente se oponen a la idea de un matrimonio abierto», concluyó Walker.