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Cómo seguir la Dieta Cetogénica para adelgazar y bajar triglicéridos

Cómo lograr adelgazar con la dieta cetogénica (Foto: Pixabay)

Cómo lograr adelgazar con la dieta cetogénica (Foto: Pixabay)

Los efectos de una alimentación rica en grasas saludables influyen en los marcadores del envejecimiento. Gran parte del fenómeno de la longevidad puede atribuirse a la mejora en los niveles de la insulina, lo que significa que su expectativa de vida depende más de lo que come que de la cantidad que come.

Una buena alternativa

La dieta cetogénica cambia el mecanismo metabólico de quema de carbohidratos a quema de grasas. Las células tienen la flexibilidad metabólica para adaptarse y dejar de utilizar la glucosa como combustible y en lugar de ello utilizar cuerpos cetónicos, que provienen de la descomposición de las grasas.

La dieta cetogénica requiere de un 50 a 70 por ciento de consumo de alimentos de grasas benéficas como el aceite de oliva, grasas de animales alimentados a pastura, huevos orgánicos, paltas y nueces.

Además de restringir los carbohidratos y limitar las proteínas, también puede fortalecer su mecanismo de cetonas con el ayuno intermitente, es decir, restringir su consumo de azúcar a cerca de cinco gramos al día.

El problema del exceso de carbohidratos

La dificultad es que la mayoría de los occidentales, cuyas alimentaciones por lo general están cargadas de azúcares y carbohidratos, han perdido su capacidad de quemar cetonas de forma eficaz. Si este es su caso, entonces los carbohidratos siempre están presentes y su hígado no sabe cómo producir cetonas porque no las necesita. Su mecanismo de quema de grasas ha sido desactivado.

Para lograr activarlo deberá eliminar el exceso de azúcar y granos de su alimentación. Esto lo ayudará a “entrenar” a su cuerpo a quemar grasa como combustible. Por lo general, la restricción de carbohidratos a 30 o 40 gramos al día, junto con una cantidad apropiada de proteína, es suficiente para que su cerebro ocupe la cetosis. El ejercicio, particularmente durante el ayuno, también es sumamente efectivo para activar el mecanismo de quema de grasa. Mientras más constante sea en el ejercicio, mejor será la forma en la que su cuerpo utilice las reservas de grasa en forma de energía.

Estrategias para sumar vida a sus años

Un factor clave para una vida saludable y duradera es optimizar la insulina. Pero hay otros factores que también son importantes. Combata el envejecimiento.

Buenas elecciones de alimentos. Debe enfocarse en comer alimentos enteros, orgánicos y sin procesar que provengan de fuentes sustentables, saludables y preferentemente locales. Para obtener mayores beneficios, coma una buena porción de alimentos en su forma cruda. Este tipo de alimentación optimizará de forma natural su señalización de insulina.

La mayoría de las personas deberían beneficiarse de una alimentación rica en grasas saludables, cantidades moderadas de proteína de alta calidad y muchos vegetales. Los carbohidratos que no provienen de los vegetales deben formar una mínima parte en su alimentación. El azúcar y la fructosa pueden actuar como toxinas cuando se consumen en exceso, causando enfermedades como la resistencia a la insulina, diabetes, enfermedades cardiovasculares, inflamación sistémica, las cuales pueden acortar su vida.

Un programa de ejercicios completo. Incluso si usted lleva la mejor alimentación del mundo, necesita hacer ejercicio de forma efectiva. Deberá incluir ejercicios de fuerza, estiramiento, así como actividades con explosiones de alta intensidad.

Reducir el estrés. Su estado emocional desempeña un papel muy importante en prácticamente todas las enfermedades físicas, desde las afecciones cardíacas, hasta la depresión y el cáncer, sin embargo sigue siendo un factor ignorado. El estrés tiene un impacto directo en la inflamación, que es la causa principal de muchas enfermedades crónicas que matan a personas prematuramente. La meditación, la oración, las herramientas de energía psicológica y el yoga son opciones viables que pueden ayudarlo a aliviar el estrés y a deshacer los bloques emocionales ocultos.

Optimizar el consumo de vitamina D. Un factor importante cuando se trata de vitamina D es su nivel sérico, que idealmente debería estar entre los 50-70 ng/ml durante todo el año y la única manera de determinarlo es por medio de un análisis de sangre. La exposición al sol es el mejor método, pero el suplemento de vitamina D3 puede utilizarse cuando sea necesario. La mayoría de los adultos necesita cerca de 8,000UI de vitamina D al día para lograr alcanzar niveles séricos óptimos.

Si usted toma un suplemento de vitamina D, también necesita asegurarse de obtener suficiente vitamina K2. Los vegetales fermentados son una excelente fuente de vitamina K2, si usted fermenta sus propios vegetales utilizando un cultivo de inicio. El queso Gouda también es una buena fuente de vitamina.

Evite los químicos, toxinas y contaminantes. Esto incluye deshacerse de los productos de limpieza para el hogar, jabones, productos de higiene personal, aromatizantes, insecticidas y pesticidas, por mencionar algunos, y remplazarlos con alternativas no-tóxicas.

9 cosas que hay que saber

Sin mitos, le contamos toda la verdad sobre esta dieta que consigue un estado de cetosis en el cuerpo y logra bajar de peso y controlar numerosas enfermedades:

1. La dieta cetogénica es una pauta alimentaria que hace entrar al cuerpo en un estado de cetosis.

Hace referencia a un estado fisiológico cuyo objetivo es generar una situación de cetosis, similar a la del ayuno. Se logra a través de un aporte insuficiente de alimentos (la cantidad de energía de la dieta es menor que la requerida) o mediante una restricción de alimentos ricos en glúcidos (carbohidratos) y consumiendo alimentos ricos en proteínas o en grasas.

2. Existen muchas tipologías de dietas cetogénicas y no todas ofrecen los mismos resultados.

Se pueden plantear un sinfín de combinaciones que permitan llevar al cuerpo a ese estado de cetosis, pero no todas son efectivas y seguras en el tratamiento del exceso de peso, por lo que en estos casos, es importante ponerse en las manos de un médico experto. Por ejemplo, las dietas hiperproteicas pueden causar una sobrecarga de proteínas en el organismo, mientras que las que son altas en grasas, podrían llevar al paciente a problemas de carácter cardiovascular, como la hipercolesterolemia. Las dietas normoproteicas y muy bajas en grasas han demostrado una pérdida de 5 kg en 15 días.

3. La dieta cetogénica, bajo control médico y pautada por profesionales, es saludable.

Ha mostrado buenos resultados en materia de pérdida de peso tanto a corto como a largo plazo, y permite al paciente salir antes y por más tiempo del rango de obesidad en comparación con la dieta hipocalórica.

4. No provoca pérdida de masa muscular, sino que la preserva mejor que la dieta hipocalórica.

Según un reciente estudio, CetoPnK, publicado en The Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism, por cada 20 kg perdidos con la dieta cetogénica baja en grasa de PronoKal Group, solo 1 kg es de músculo (5%); mientras que con la dieta hipocalórica, el 25% del peso perdido corresponde a masa magra/músculo.

5. No provoca daño en riñón o hígado.

¡Todo lo contrario! Se ha detectado que determinadas dietas cetogénicas mejoran algunas patologías como el hígado graso, ofreciendo al paciente una recuperación de las funciones del órgano afectado y una mayor estabilidad en los parámetros analíticos.

6. La dieta cetogénica puede ser muy efectiva en la eliminación de la grasa localizada.

Debido a la especifidad que muestra esta dieta por la grasa, es especialmente buena en tratamientos que requieran la eliminación de grasa localizada, por ejemplo, la de la zona abdominal que es muy perjudicial para la salud.

7. Se utiliza en el ámbito médico desde hace más de 40 años.

La dieta cetogénica no es algo nuevo. Fue un término acuñado por Russell M. Wilder en 1921. Más tarde, en 1971, la tesis “Ayuno Proteinado” del Prof. Blackburn otorgó el fundamento científico de lo que acabó siendo una tipología de dieta cetogénica, en esta ocasión basada en el control estricto de la cantidad de proteínas que ingiere el paciente. Tres años más tarde, médicos americanos empezaron ya a utilizar esta dieta, por lo que cuenta con casi de 100 años de historia y más de 40 como tratamiento.

8. Hace entrar al cuerpo en un estado de cetosis, no de cetoacidosis.

No tienen nada que ver. Mientras que la cetosis es un proceso metabólico natural que, controlado, favorece a una rápida pérdida de peso, la cetoacidosis es una enfermedad que aparece mayoritariamente en pacientes con diabetes debido a un exceso de ácidos y cuerpos cetónicos en la sangre.

9. Provoca efectos euforizantes, que motivan a seguir con el tratamiento y no se pasa hambre.

Al cabo de 24 horas de no ingerir sustancias que proporcionen energía, el cuerpo inicia un proceso mediante el cual empieza a utilizar la energía que tiene almacenada en sus reservas de grasa. Esta situación genera en el paciente una sensación psicoestimulante que lo motivará a seguir la dieta y evitará que pase hambre.

Mejoras inmediatas a la epilepsia

“Siete de cada 10 pacientes que reciben dieta cetogénica (rigurosamente seleccionados para el inicio del tratamiento basándose en la evidencia científica) reducen en más de un 50% la cantidad de crisis, y dentro de este grupo el 40% las disminuye en más del 90%. El objetivo inicial es el control de las crisis convulsivas y la mejoría cognitiva del paciente. Posteriormente, como objetivo secundario, se intentará disminuir la dosis de los fármacos antiepilépticos evitando así efectos no deseados de la medicación”, explica la doctora Marisol Toma, médica neuróloga infantil del Hospital Alemán.

Con el inicio de la terapia cetogénica, los pacientes con epilepsia manifiestan, en la mayoría de los casos, una mejora cognitiva y conductual. Este primer cambio se genera por los beneficios inherentes a la nueva terapia y a la reducción del número e intensidad de las crisis. Además, el paciente está más atento, más alerta, responde mejor a las terapias de rehabilitación, mejora sus horas y calidad de sueño, lo que repercute en su calidad de vida.

Gabriela es la presidente de la Asociación de Familiares de Pacientes Resiliencia y mamá de Valentino, un niño de 3 años y medio que tiene epilepsia refractaria asociada a una mutación genética. “Desde recién nacido tuvo crisis las 24 horas del día, llegando a tener cuatro status convulsivos de hasta dos horas de duración. La dieta cetogénica la comenzó muy pequeñito, a sus 6 meses, debido a la gravedad de su estado. Hoy hace casi 3 años que estamos en dieta y es el tratamiento más efectivo que encontramos al momento”, asegura Gabriela.

Por su parte, Celeste, mamá de Tiziano de 2 años y medio, relató su experiencia con esta terapia: “Cuando empezamos la dieta, Tiziano instantáneamente respondió bien. Al tercer día sus crisis bajaron de 15 ó 20 por día, a 3 ó 5 por día. Al mes ya no aparecieron más sus crisis. Tiziano antes deambulaba mucho, no se concentraba, no podíamos jugar por un tiempo largo con él. Esta dieta lo ayudó mucho a concentrarse, a seguir sus terapias y a comer sentado”.

Estos casos dan cuenta de la importancia de adoptar la dieta cetogénica ya que “los niños con epilepsia refractaria suelen tener internaciones repetidas o recurrentes como consecuencia del mal control de las crisis. Además, presentan riesgo aumentado de muerte prematura, traumatismos y/o alteraciones psicosociales, así como una calidad de vida reducida”, indica la doctora Toma.

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