El humo de los coches, en concreto el dióxido de nitrógeno (NO2) de los vehículos diésel no sólo impacta en la salud sino que también tiene un efecto sobre los niveles de bienestar de los ciudadanos, según un reciente trabajo de la Universidad de Nueva York
En el trabajo titulado “¿Puede un aire limpio hacerte feliz?”, Sarah J. Knight y Peter Howley contrastaron los datos de la encuesta de satisfacción con la vida en los hogares británicos (British Household Panel Survey) con el mapa detallado de las emisiones de NO2 del Departamento de Medio Ambiente. Los autores detectaron una correlación casi exacta entre los bajos índices de bienestar y los puntos negros de la contaminación, según reproduce el Diario El Mundo.
De acuerdo con la investigación, existe una «asociación significativa y negativa» entre la satisfacción con la vida y los altos niveles de polución urbana, que es responsale de hasta 40 mil muertes prematuras anuales en el Reino Unido.
De acuerdo con Knight y Howley, el efecto del aire contaminado es “comparable al de muchos eventos traumáticos en la vida», como la pérdida de un familiar o la ruptura de una relación.
A su vez, recalcan la importancia de los espacios verdes y la necesidad de reducir emisiones contaminantes, ya que en su opinión, los factores ambientales son tan determinantes como los económicos y sociales como para evaluar el bienestar.
La publicación del estudio coincide con la fase final de unas nueva ley que estudia el Gobierno británico y consta de imponer peajes en 35 ciudades a los vehículos diésel, para poder entrar así en las llamadas «zonas de aire limpio» en los centros urbanos.