El cuerpo está hecho para estar en movimiento, y éste es necesario para el funcionamiento correcto del organismo. Hacer ejercicio estimula el funcionamiento metabólico del cuerpo y ayuda a retrasar el envejecimiento.
En la antigüedad, las personas tenían cuerpos fuertes y saludables. La supervivencia dependía de la resistencia y de la habilidad para realizar hazañas.
La mayoría de la gente cree que caminar, andar en bicicleta, las actividades de jardinería y utilizar un aparato elíptico son ejercicios adecuados. En realidad, son formas de movimientos, pero esto no necesariamente significa hacer ejercicio.
El movimiento es esencial para el cuerpo porque ayuda a mejorar la circulación, la oxigenación y el drenaje linfático.
Sin embargo, el ejercicio real (muy necesario) debe focalizarse en estimular naturalmente la secreción de la hormona anti-edad en su cuerpo. Esto se consigue sobrecargando sus articulaciones y músculos con una alta resistencia. Puede conseguirse con entrenamiento de resistencia y distintas formas de ejercicios de velocidad.
Cuál es la rutina ideal
1. Primero, hay que utilizar grandes grupos musculares: movimientos combinados que se centren en múltiples grupos musculares. Por ejemplo, realizar sentadillas para trabajar toda la parte inferior del cuerpo y hacer flexiones para trabajar la parte superior del cuerpo.
2. Gran intensidad: cada serie de ejercicios debe ser un importante desafío – con pequeños intervalos entre serie y serie. Una buena estrategia es intercalar series de distintos grupos musculares donde se descanse poco o nada entre series. Por ejemplo, ejercicios con mancuernas seguidos de dominadas (levantar el cuerpo agarrándose de una barra y flexionando los brazos). También se pueden incluir ejercicios de velocidad. Un entrenamiento de gran intensidad desafía al sistema anaeróbico a producir más ácido láctico. El aumento de ácido láctico estimula la producción de HGH (hormona de crecimiento humano).
3. Corto tiempo: Hacer ejercicios combinados a gran intensidad es un importante desafío para el sistema neuromuscular. El cuerpo se desarrolla mejor si se realizan ejercicios por períodos cortos (5 a 30 minutos) varios días a la semana.
4. Períodos de descansos apropiados: Los ejercicios de gran intensidad deben ser espaciados para obtener mejores beneficios. La mayoría de las personas pueden lograr alcanzar un alto rendimiento (fuerza, rapidez y energía) en menos de 60 minutos de ejercicio semanal. Esto significa:
a. Seis a siete días de 5 a 10 minutos de entrenamiento.
b. Cuatro días de 10 a 15 minutos de entrenamiento.
c. Tres días de 15 a 20 minutos de entrenamiento.