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Advierten que quemaduras solares pueden causar vitiligo

El vitiligo puede desencadenarse por quemaduras solares, alertaron especialistas, que explicaron que pelarse o ampollarse por exponerse al sol de forma prolongada o sin protección es una de las causas de esa enfermedad de la piel, que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) afecta a cerca del 2% de la población mundial.

Se trata de una patología adquirida, no contagiosa y crónica cuya evolución no puede predecirse y que tiene como consecuencia la aparición de manchas blancas en la piel por destrucción de las células que producen la pigmentación, llamadas melanocitos.

Puede presentarse a cualquier edad, con mayor incidencia entre los 10 y 30 años y sin distinción de género, aunque algunos estudios muestran un ligero predominio en el sexo femenino. Las manchas son generalmente múltiples y aparecen más frecuentemente en las áreas de mayor pigmentación y exposición al roce, como cara, axilas, mucosas (labios, genitales y encías), manos, pies, codos, tobillos y rodillas.

«Se trata de una enfermedad en la que intervienen múltiples factores, como la predisposición genética y disparadores endógenos o ambientales. Su aparición o exacerbación puede asociarse a quemaduras solares, por lo que se deben indicar pantallas solares de amplio espectro con protección UVB y UVA», explicó a la agencia Télam la endocrinóloga María Virginia Busnelli con motivo del Día Mundial del Vitiligo, que se conmemora cada 25 de junio.

La dermatóloga Merien de la Hoz coincidió y detalló que la piel se quema con el sol cuando se pela o ampolla por exposición prolongada o falta de protección. «Por eso recomendamos a todas las personas, con o sin vitiligo, que cuiden su piel con una buena protección e higiene», señaló.

Ambas especialistas agregaron que otro de los factores desencadenantes de la enfermedad es el estrés emocional, y remarcaron que el asesoramiento y el apoyo psicológico «es necesario en el manejo del vitiligo, sin importar su gravedad».

«Si bien no representa riesgo de vida, se trata de una enfermedad con consecuencias psicosociales para quienes la padecen. En ocasiones afecta la interacción social y calidad de vida de los pacientes, por lo que el correcto diagnóstico y el acompañamiento médico resultan fundamentales», destacó Busnelli, también directora del centro médico Crenyf.

Dentro de los cuidados de la piel, la endocrinóloga señaló que es «fundamental» realizar un adecuado camuflaje cosmético.

«El recurso cosmético debe ser recomendado a los pacientes en todas las etapas de tratamiento, ya que no tiene efecto sobre la fisiopatogenia de la enfermedad y otorga una importante contención. Puede ser temporal (maquillaje), semipermanente (agentes autobronceadores) o permanente (tatuajes)», detalló.

En cuanto a la relación entre el vitiligo y las enfermedades autoinmunes y endocrinológicas, Busnelli dijo que un elevado porcentaje de pacientes mostró un aumento en la incidencia de esas patologías, en especial tiroideas.

«Para comprender esa relación vale resaltar que la hormona tiroxina se convierte en un neurotransmisor llamado dopamina por la acción de la enzima tiroxinasa, y en esa conversión se beneficia el color de la piel mediante la estimulación de melanina», explicó.

Por lo tanto, diagnosticar y tratar los desórdenes tiroideos «es prioritario al momento de trabajar con un paciente con vitiligo ya que, en muchas ocasiones, son enfermedades asociadas en especial con casos de hipotiroidismo», apuntó.

Para llegar al correcto diagnóstico y tratamiento se debe consultar con un médico especialista -dermatólogo o endocrinólogo-, quien estudiará al paciente y determinará la mejor alternativa para estabilizar la despigmentación y recuperar el pigmento de las lesiones.

La mayoría de los tratamientos recomendados apunta a estimular la producción de melanina: «Es importante saber que son de empleo prolongado y que deben ser seleccionados tomando en cuenta las características específicas de cada paciente», dijo Busnelli, quien precisó que entre las alternativas están el uso de corticoides tópicos u orales, inhibidores tópicos de la calcineurina, análogos tópicos de la vitamina D y fototerapia dirigida.

«Las personas con vitiligo pueden tener una vida social y emocional común y corriente, ya que la enfermedad no es limitante en absoluto», subrayó De la Hoz.

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