Lucha mundial contra la malaria

Existen medidas efectivas para prevenirla, como los mosquiteros tratados con insecticida. La vacuna aún se encuentra en su fase experimental.

La malaria o paludismo convive desde hace mucho tiempo con el ser humano, incluso desde la época de Tutankamon, cuya muerte se atribuye a esta dolencia. Fue causa de plagas en Europa y América hasta hace tan sólo 50 años. Se trata de una enfermedad infecciosa causada por cualquiera de las cuatro especies de parásito del género Plasmodium. Se transmite por la picadura del mosquito Anópheles hembra infectado. Esta variedad de insectos está presente en las regiones tropicales, cuyo clima es ideal para su supervivencia.

 

Según la OMS, el paludismo causa casi un millón de muertes por año y 250 millones de personas son infectadas en 109 países de África, Asia y América Latina.  La población más vulnerable y con mayor tasa de mortalidad son los niños menores de cinco años y las mujeres embarazadas. Cada 30 segundos muere un chico en el mundo por la enfermedad.

 

Existen herramientas efectivas y de bajo costo para su prevención y tratamiento: los mosquiteros tratados con insecticidas, pruebas diagnósticas, drogas antipalúdicas y la fumigación en los hogares.

 

El desarrollo de vacunas contra este parásito se encuentra en fases avanzadas de investigación, los resultados de los estudios demostraron protección en más del 50% de los niños inmunizados. Lejos de ser una protección óptima, esta opción igualmente salvaría la vida de miles de personas.

 

La sensibilización contra la malaria ha contribuido a la financiación de proyectos abanderados por el Fondo Global para la Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria. La Alianza para Hacer Retroceder el Paludismo (en inglés RBM, Roll Back Malaria) es el marco mundial de acción coordinada contra la enfermedad. Proporciona una plataforma neutral para el consenso y el desarrollo de soluciones a los desafíos para su control.

 

RBM es una asociación público-privada que favorece la generación de nuevas ideas y apoya los enfoques innovadores. Fundada en 1998 por UNICEF, la OMS, el Banco Mundial y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y fortalecida por la experiencia, los recursos y el compromiso de más de 500 organizaciones asociadas, la Alianza coordina los esfuerzos internacionales para controlar y eliminar la malaria, garantiza apoyo financiero y técnico, y hace un seguimiento de los progresos.

 

Aunque se han registrado avances notables en el control de la enfermedad, el objetivo de reducir a la mitad la amenaza mundial de la malaria para 2010 continúa siendo una quimera.

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