Los riesgos de beber en el embarazo

La ingesta puede causar en el niño complicaciones neurológicas y de maduración, así como problemas de aprendizaje. Los países desarrollados recomiendan la abstinencia ya que los problemas son de por vida.

Durante miles de años los humanos hemos disfrutado de las bebidas alcohólicas y aún hoy constituyen un componente infaltable en fiestas y ceremonias. Por otra parte, más recientemente se descubrieron los beneficios del vino para la salud, en particular para prevenir la enfermedad coronaria.

 

Sin embargo, es importante subrayar que el consumo de alcohol se asocia con riesgos severos. Se sabe con evidencia científica que beber en exceso contribuye a accidentes, que es causa de enfermedades del hígado, de hipertensión, algunos tipos de cáncer y que cuando una mujer embarazada bebe alcohol puede afectarse el desarrollo del feto.

 

Durante la gestación el consumo de alcohol perjudica al feto provocando una serie de alteraciones que se ha denominado trastorno del espectro alcohólico fetal (TEAF). Este cuadro esta constituido por una amplia gama de defectos de diferente gravedad.

 

El síndrome de alcohol fetal representa el extremo más grave del espectro. El recién nacido presenta una cabeza pequeña (microcefalia), una cara con malformaciones típicas, la frente es chica, la raíz de la nariz aplanada, los ojos son diminutos, la región media de la cara es pequeña y el labio superior es fino, recto. También presenta retraso del crecimiento con bajo peso y baja talla al nacer que no se recupera postnatalmente.

 

La mayoría de los niños con TEAF presentan complicaciones neurológicas y de maduración, son comunes los problemas de aprendizaje y de comportamiento, los defectos en la coordinación, tienen poca capacidad de concentración, déficit  de atención y problemas en la vista y en la audición. 

 

Dado que no se conoce ninguna cantidad de alcohol que una mujer embarazada pueda ingerir sin afectar el feto, ni ningún momento de ese período en que pueda beber sin riesgo para el futuro bebé, las autoridades sanitarias en muchos países desarrollados recomiendan la abstinencia, es decir que la mujer no beba alcohol durante el embarazo o si cree estar embarazada.

 

Los trastornos del espectro alcohólico fetal duran toda la vida. No existe una cura para estos cuadros, pero los estudios indican que los servicios de intervención temprana pueden mejorar el desarrollo del niño. Hay muchos tipos de tratamiento basados en terapias para la conducta y el aprendizaje.  El pronóstico para el chico es mejor si se diagnostica el problema antes de los 6 años de edad, si crece en un hogar estable y sin violencia y si tiene acceso a una educación especial.

 


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