Investigadores de la Universidad del Sur de California (USC) analizaron las redes sociales, y cómo se pueden utilizar para estimular cambios en la salud. A través de estos espacios se puede practicar lo que la mayoría llama el arte de la persuasión, pero estos científicos están tratando de determinar la “ciencia” detrás de la influencia social.
Según el equipo, que publicó sus conclusiones en la revista Science, una mejor comprensión de las interacciones humanas -tanto cara a cara, como online – puede ayudar a prevenir enfermedades, y promover la salud en general.
“Si el objetivo es frenar el consumo de tabaco en una escuela local, o reducir la propagación de enfermedades de transmisión sexual dentro de una comunidad, es importante comprender la estructura social y la dinámica del grupo”, afirmó Thomas W. Valente, profesor de Medicina Preventiva en la Escuela de Medicina Keck, de la USC.
Valente, cuya investigación se centra en la influencia de las redes sociales, recopiló una colección de métodos que utilizan los responsables de salud pública para estimular cambios en el comportamiento, y explica por qué ciertos métodos pueden ser más eficaces que otros, en situaciones particulares.
«La evidencia indica que las intervenciones a través de la red son muy eficaces», afirma Valente, quien agrega que, «sin embargo, la ciencia sobre cómo se pueden utilizar las redes sociales para acelerar un cambio de comportamiento, y mejorar el desempeño organizacional, se encuentra todavía en su infancia”.
“La investigación es claramente necesaria para comparar las diferentes intervenciones, y determinar qué es óptimo, bajo qué circunstancias”, agregó el experto a la par que señaló que el análisis del comportamiento se utiliza, a menudo, en el marketing y en los negocios, pero ahora el sector de salud pública está empezando a utilizar herramientas, como Facebook y Twitter, para recopilar datos y difundir información.
