El estrés en el trabajo es un tema de gran relevancia para la mayoría de la patronal europea, pero menos de un tercio de las empresas se ocupan de él. Los más comprometidos con el problema son los países nórdicos, según la Agencia Europea de Seguridad y Salud en el Trabajo (EU-OSHA).
El estrés en el trabajo, así como la violencia o el acoso, que a veces desembocan en casos de suicidio altamente mediatizados en algunos países, forman parte de los riesgos llamados «psicosociales».
Se encuentran en el centro de la primer encuesta realizada por la Unión europea sobre los «riesgos nuevos y emergentes» (Esener, European Survey of Enterprises on New and Emerging Risks), realizada en la primavera y verano (boreal) del 2009 en 31 países (los 27 de la Unión europea, así como Croacia, Turquía, Noruega y Suiza).
Según la encuesta, cuatro dirigentes europeos sobre cinco (79%) manifiestan preocupación en materia de estrés laboral, pero sólo un 26% de las empresas pusieron en marcha protocolos para luchar contra ese riesgo.
Globalemente, las compañías europeas están comprometidas en materia de salud y seguridad en el trabajo, pero los planes de acción y medidas para prevenir esos peligros son más frecuentes en Irlanda, Reino Unido, Holanda, y los países nórdicos (Dinamarca, Noruega, Finlandia y Suecia), y menos en los países del sur de Europa, los nuevos Estados miembros de la UE y los actuales países candidatos.
Un 30% de las empresas europeas consultadas pusieron en marcha procedimientos para hacer frente a los acosos y casi otro tanto para contrariar la violencia y el estrés.
Estos protocolos son más frecuentes en los países del norte de Europa (Reino Unido, Irlanda, Suecia y Finlandia).
La encuesta fue realizada entre 28.649 empresarios y 7.226 representantes de los trabajadores, en empresas privadas y públicas de al menos diez asalariados de todo tipo de actividad (salvo agricultura, bosques, pesca, empleadores particulares y organizaciones extraterritoriales).
