Hay quienes se estimulan con cannabis antes del sexo. Pero no hablan de fumar marihuana, sino de colocarse de forma tópica productos que la contienen para relajarse y también estimular sus genitales.
Estas personas son llamadas “cannasexuales”, y utilizan productos como sprays, velas, cremas, o aceites a base de esta planta y ninguno de ellos son psicoactivos. Si bien los usuarios dicen disfrutar más del sexo, no existen estudios científicos que evidencien mejoras en este aspecto.
El término cannasexual fue acuñado por Ashley Manta, una terapeuta sexual de California, que en 2013 abrió una clínica de terapia y educación sexual basada en los supuestos poderes de esta planta, ilegal en muchos países. En sus sesiones, habla sobre cómo su empleo puede potenciar las relaciones íntimas en términos de tiempos, dosificación y métodos de consumo.
“Se trata es de combinar sexo y cannabis atentamente. Elegir qué productos o variedades consumir o aplicar sobre el cuerpo para potenciar el placer y la intimidad, y para aumentar la comodidad y la confianza», indicó a la BBC y agregó que el uso del cannabis para las relaciones sexuales puede ser una experiencia particularmente placentera para las mujeres.
Sin embargo, varios estudios demostraron que el uso del cannabis puede tener un impacto negativo sobre el rendimiento sexual en los hombres, entre ellos uno que halló que los consumidores diarios de marihuana tienen el doble de probabilidades de sufrir disfunción eréctil.
Precauciones
Pero hay que tener cuidado. El doctor Mark Lawton, portavoz de la Asociación Británica de Salud Sexual y VIH cree que la gente debería ser cautelosa a la hora de usar cualquier tipo de drogas al momento de las relaciones sexuales.
«El cannabis, al igual que el alcohol, pueden nublar nuestro juicio», dijo. «Sabemos que por ejemplo, el uso del preservativo baja cuando la gente toma o usa drogas recreativas a la hora de tener sexo», aseguró. Además, apuntó en que «se está avanzando mucho en términos de lo que es el consentimiento, y de lo importante que es que sea auténtico, válido y activo”.
Ahsley Manta insiste en que se necesitan más estudios científicos y datos. “Ahora tenemos muchos datos pero basados en anécdotas. Ya es difícil conseguir financiación de los gobiernos para investigar temas sobre el cáncer y el cannabis, así que imagínate lo bajo que estará en la lista de prioridades hacer investigaciones sobre el cannabis y el sexo”, justificó.