La psoriasis es una enfermedad del sistema inmune, frente a la cual se han generado mitos que no ayudan a comprender el impacto de esta patología sistémica en todo el cuerpo y en la salud emocional.
Cada 29 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Psoriasis, una enfermedad que afecta a 125 millones de personas alrededor del mundo, de acuerdo con la Federación Internacional de Asociaciones de Psoriasis1 (IFPA, por sus siglas en inglés). Generalmente, la psoriasis se asocia a la piel, pero es una condición auto inmune que se expresa en este órgano y que también deriva en serias consecuencias a nivel físico, emocional, social y económico en la vida de la gente. Aunque no se encuentran cifras exactas locales, se estima que la psoriasis es una condición que padecen más de 100 millones de personas en el mundo2 y que en Argentina afecta entre el 2 y el 3% de la población3, lo que representaría alrededor de 800 mil a un millón de pacientes.
En torno a ella existen diversos mitos, por lo cual el Dr. Fernando Valenzuela, profesor asociado de dermatología de la Universidad de Chile, dermatólogo del Hospital Clínico de la Universidad de Chile y de la Clínica Las Condes, despeja las interrogantes y estereotipos en torno a esta enfermedad que impacta de forma sistémica en el organismo.
Es contagiosa
Mito. “Es una patología autoinmune que está genéticamente determinada. En la antigüedad, la psoriasis se confundía con otras enfermedades contagiosas como la lepra, pero actualmente no hay nada que pueda hacer ni siquiera sospechar que es contagiosa. No hay ningún riesgo de contagio”.
Es sólo un tema cosmético
Mito. “La psoriasis es una enfermedad inflamatoria, sistémica, que no solamente se localiza en la piel, sino que las moléculas que inflaman la piel viajan por la sangre e inflaman otros órganos también y eso hace que exista mayor probabilidad de tener la presión alta, de tener problemas con el azúcar, con el colesterol, con los intestinos, con los riñones, pudiendo generar ansiedad y depresión. El tratamiento de la psoriasis no es sólo por algo cosmético. Aunque sea asintomático, lo tenemos que tratar igual. El daño es acumulativo y crónico”.
No tiene cura
Realidad. Sin embargo, “eso no significa que no deba tratarse y su calidad de vida puede ser óptima si se lleva una vida sana y saludable en cuanto a dieta y ejercicio, así como si se sigue un buen tratamiento adecuado. Si se asiste a los controles se puede estar libre de enfermedad: que no se vean las placas, que no sienta picazón”.
Sólo existe un tipo de psoriasis
Mito. “Existen diversos tipos de psoriasis. La más clásica se llama vulgar o en placas, que afecta los codos, las rodillas, el cuero cabelludo; son las típicas placas enrojecidas, que se descaman, que pican. Sin embargo, hay otros tipos que son menos frecuentes, como la psoriasis en gotas, que son placas mínimas que aparecen principalmente en el tronco. También está la psoriasis inversa, que ocurre principalmente en los pliegues, por dentro de los codos, en las axilas, en las mamas, o en la zona genital.
Asimismo, está la psoriasis pustular, que son como espinillas en el cuerpo. Igualmente, está la psoriasis eritrodérmica, en la cual más de tres cuartas partes del cuerpo presentan la enfermedad.
Hay otros tipos que ocurren en zonas específicas como la uña, el cuero cabelludo, la zona genital.
La psoriasis también se clasifica según la severidad en leve, moderada o severa. Afortunadamente, la mayoría de los pacientes presenta psoriasis leve y de tipo vulgar”.
Solamente aparece en la juventud
Mito. “La psoriasis puede aparecer en cualquier etapa de la vida. La mayoría de los pacientes presentan psoriasis entre los 15 y los 30 o, entre los 50 y los 60 años. Hay desencadenantes que están demostrados que inducen la enfermedad, como el estrés psicológico, las infecciones, traumas cutáneos como las quemaduras”.
Tienen más tendencia a deprimirse
Realidad. “Está muy estudiado que los pacientes que padecen psoriasis interpretan la vida de una forma distinta a quienes no. En la psoriasis existe un proceso inflamatorio sistémico que no sólo afecta la piel, sino también otros órganos como el sistema nervioso. A esto se suma que los pacientes en su día a día se enfrentan a la discriminación o al rechazo; si tienen psoriasis en la zona genital, esto les puede impedir tener pareja. Si sienten picazón, entonces presentan dificultades para conciliar el sueño, son muchos los factores que condicionan el hecho de deprimirse”.