La explicación de los dientes amarillos tiene su base en la dentina, una sustancia que le da un tono amarillento pero que luce más blanca gracias al esmalte dental que la recubre. El problema es que hay ciertos factores que le causan deterioro al esmalte, lo que hace que las piezas dentales empiecen a lucir más amarillas de lo que deberían.
Algunos de esos motivos son:
– Mala limpieza dental: una higiene dental deficiente conduce a la acumulación de placa bacteriana y cálculos en la superficie de los dientes, lo que no sólo incrementa el riesgo de infecciones, sino que hace también que los dientes se manchen y se vean mucho más amarillos.
– Genética y envejecimiento: los factores genéticos tienen mucho que ver con la coloración natural de los dientes, ya sea por la poca cantidad de esmalte o por el desgaste que sufren con el paso del tiempo.
– Algunos fármacos: los antibióticos pueden influir en la predisposición a los dientes amarillos o grisáceos. También hay medicamentos antidepresivos y antihipertensivos que ocasionan este efecto secundario.
– Traumatismos o enfermedades: sufrir una caída o golpe hace que los dientes cambien de color con más facilidad. Esto se produce por el traumatismo porque el esmalte dental se ve afectado o alguno de los nervios muere.
– Consumo excesivo de flúor: el flúor es un mineral presente en el agua, los enjuagues bucales y las cremas dentales. Si bien las pequeñas cantidades protegen los dientes de infecciones bacterianas, su uso excesivo puede provocar manchas amarillas o marrones porque le causan agresiones al recubrimiento y parte interna de las piezas dentales.
– Hábitos alimentarios: los colorantes de algunos alimentos y bebidas son una de las causas más comunes de las manchas en los dientes. Aunque casi siempre es fácil limpiarlas con una buena higiene dental, en ocasiones afectan de forma directa el esmalte y es muy difícil volver a blanquearlos.
¿Qué evitar?
Café: el consumo excesivo provoca manchas difíciles de remover. Para reducir sus efectos se puede combinar con leche.
Té: a pesar de los beneficios para la salud, algunos como el negro o verde provocan dientes amarillentos.
Vino tinto: es una bebida ácida con muchas moléculas de pigmentos que alteran el color natural de las piezas dentales.
Gaseosas: tomar demasiadas gaseosas no sólo hace que los dientes pierdan su tono natural, sino que aumenta las probabilidades de sufrir infecciones y debilitamiento.
Salsa de soja: debe utilizarse con moderación para evitar que altere el tono de los dientes.
Bebidas deportivas: los ácidos que contienen las bebidas deportivas corroen el esmalte dental y crean un ambiente propicio para el sarro y las bacterias.
Claves para unos dientes más blancos
Uno de los mejores ingredientes para blanquear los dientes amarillos es el bicarbonato de sodio. También ayuda a eliminar la placa y a hacer que los dientes se vean más brillantes.
Para eso, mezclar ¼ de cucharadita de bicarbonato de sodio en un poco de pasta dental. Cepillar los dientes con esta mezcla y enjuagar con agua tibia. Repetir una o dos veces por semana.
También se puede hacer un enjuague bucal blanqueador mezclando ½ cucharada de bicarbonato de sodio, ½ cucharadita de peróxido de hidrógeno y una taza de agua fría, y usarlo dos veces al día.
Otra opción es frotar los dientes suavemente con bicarbonato de sodio diluído. Esto deberá hacerlo dos veces en una semana y después repetir una vez cada 15 días. El bicarbonato debe de utilizarse con moderación, ya que su uso excesivo puede causar el desgaste del esmalte natural de los dientes.
Como profesional del sector, tendría mucho cuidado con las afirmaciones de la nota.
Deberían dar el espacio a odontologos que puedan dar una explicación apropiada de lo que es un blanqueamiento dental e informar de forma apropiada. Lamentable leer esta nota, suponiendo que alguien pueda poner en práctica lo que está sugiere
[…] Ir a la fuente […]