Claves para prevenir la otitis en los niños

Cómo prevenir la otitis (Foto: Pixabay)
ómo prevenir la otitis (Foto: Pixabay)

Las otitis generalmente provocan una mayor producción de mucosidad en la nariz y en la garganta, que pueden generar una acumulación de modo en los oídos. La acumulación de mucosa en los oídos es muy peligrosa, porque puede derivar en dolor agudo e intenso, picazón, o hasta en infecciones que pueden afectar la salud auditiva del paciente.

Las personas cuyo sistema inmunológico es susceptible a agresiones externas, como los niños y las personas mayores, son más vulnerables a sufrir trastornos auditivos durante el invierno. Tanto en el caso de los niños como en las personas mayores, es importante actuar rápido cuando se confirma una infección, ya que si no se trata podría causar una pérdida de audición permanente.

Entre las infecciones de oído más frecuentes se encuentra la otitis media aguda, que afecta particularmente a los más pequeños y suele ser el principal motivo de visita al médico durante esta estación y la principal causa de prescripción de antibióticos. Según la Soc. Argentina de Pediatría (SAP), el 51% de los casos a nivel global ocurre en niños menores de 5 años (más de 700 millones/ año). Además, antes de los 3 años, el 70% de los niños presentan al menos un episodio de otitis media aguda y un tercio de ellos presentan 3 o más.

Los resfríos provocan la acumulación de fluidos detrás del tímpano por la inflamación de la mucosa nasal y la trompa de Eustaquio, que es la estructura que conecta la nariz al oído. Esto obstruye el drenaje de las mucosidades y ayuda a la aparición de virus o bacterias que generan la acumulación de pus en el oído medio, dando como resultado la otitis.

Los síntomas más frecuentes están relacionados con el dolor de oído, la sensación de entumecimiento o enrojecimiento, fiebre, llanto e irritación y en algunos casos también puede producirse una leve pérdida de audición. Además, en algunos niños puede estar acompañada de secreciones, problemas para dormir, falta de apetito y decaimiento por lo que es importante estar atentos y recurrir al médico si se detecta alguno de estos síntomas.

Este tipo de afecciones suelen ser muy dolorosas para el paciente. Por eso, luego de haber pasado por una infección del oído, es recomendable realizar una revisión auditiva para asegurarse que no hayan quedado secuelas en la audición. La periodicidad de estas visitas dependen de cada caso particular y de la edad.

Según la OMS, cerca del 60% de los casos de pérdida de audición en niños se deben a causas que pueden prevenirse. Por eso, la licenciada en Fonoaudiología del equipo GAES Amplifon recomienda seguir estos consejos.

1. Aislarse del frío: los expertos recomiendan evitar los cambios bruscos de temperatura y mantener abrigados el pecho, la garganta y los oídos. De esta forma se evita la aparición de microbios y de los trastornos típicos asociados al clima frío. Además, es conveniente ventilar los ambientes de la casa, especialmente las habitaciones donde se pasan más horas, como los dormitorios o el comedor.

2. Fortalecer las defensas con una dieta equilibrada. Fortalecer el sistema inmunológico apostando a una alimentación rica en nutrientes con efectos positivos para la salud auditiva, como la vitamina B-12, que está presente en alimentos como: la leche, el huevo, el hígado, las carnes rojas, el polen o el aloe vera.

3. Mantener los oídos limpios: la higiene de los oídos es fundamental para evitar infecciones. Sin embargo, no se aconseja el uso de hisopos u otros elementos externos. En cambio, se debe visitar periódicamente al especialista para realizar procedimientos controlados en consultorio, en caso de ser necesario. Del mismo modo, también es conveniente realizar frecuentes lavados nasales para despejar las vías respiratorias que son las encargadas de calentar y humedecer el aire frío que ingresa a nuestro cuerpo en invierno.

4. Revisar la audición. Una correcta revisión auditiva con un profesional (OTL) ayudará a descartar posibles afecciones y seguir el tratamiento indicado en cada caso.

5. Secar bien los oídos. Es muy importante secarse bien los oídos después de bañarse. En el caso de practicar actividades acuáticas, se deben utilizar protectores auditivos.

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