El Ministerio de Salud de la Nación recomendó a los dueños de piscinas tomar precauciones para evitar la formación de parásitos y bacterias en el agua, que pueden transmitir enfermedades, como otitis, conjuntivitis, pie de atleta y diversas infecciones intestinales.
En este sentido, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), que depende de la cartera sanitaria, sugirió sencillas pautas para el mantenimiento del agua, ante una nueva ola de calor pronosticada por el Servicio Meteorológico Nacional que se extenderá hasta el fin de semana.
Entre ellas recomendó el cuidado de las piletas de natación, ya que el agua estancada favorece la reproducción de hongos, bacterias y parásitos que afectan la salud de las personas, sobre todo en la zona de los ojos, oídos y pies.
En tanto, se recordó que los productos utilizados para garantizar la calidad del agua y evitar dolencias son regulados por la ANMAT, por lo que se recomienda respetar las indicaciones del rótulo de los envases, en lo que se refiere a dosificación, precauciones y condiciones de almacenamiento.
Además, en la etiqueta deberá constar el número de registro nacional de establecimiento (RNE) y el número de registro nacional de producto de uso doméstico (RNPUD).
El administrador nacional de la ANMAT, Carlos Chiale, recomendó que «ante cualquier duda se recomienda verificar la información en el listado de productos para tratamiento de aguas de piscinas».
María José Sánchez, directora de Vigilancia de Productos para la Salud de la ANMAT, explicó que «el agua de las piletas suele ensuciarse con gran facilidad por diversos factores como tierra, hojas, restos de protectores solares, y por eso se pueden desarrollar allí microorganismos como bacterias y algas».
«Por ello es fundamental conocer y aplicar de manera adecuada los productos para tratamiento de agua de piscinas que existen en el mercado y que están aprobados por ANMAT», afirmó.
En relación a los productos de la pileta, el Ministerio de Salud explicó que el cloro mantiene el agua libre de bacterias, ya que su función es destruir estos microorganismos.
Es importante realizar el tratamiento con la cantidad adecuada, teniendo en cuenta el volumen de agua que contenga la pileta, así como también debe controlarse periódicamente que su nivel no sea excesivamente alto o bajo, y para ello pueden utilizarse kits de tiras de prueba que permiten su medición.
En las piletas de natación es importante controlar el pH del agua al menos una vez por semana, utilizando el kit de medición, lo que influye directamente en la efectividad del cloro.
El pH debe encontrarse en un valor de 7,2 a 7,6. Si el pH es mayor o menor, la efectividad del cloro como germicida disminuye.
En caso de que el pH no se encuentre en los niveles adecuados, debe utilizarse un producto incrementador (alcalinizante) o reductor (acidificante) del mismo.
También puede requerirse la utilización de alguicidas para eliminar las algas presentes en la piscina, las cuales provocan que el agua se torne verdosa y que las paredes y el fondo de la pileta se vuelvan resbaladizos.
Su aplicación se realiza en cada renovación del agua y periódicamente en la dosis recomendada en el rótulo.
En tanto, los floculantes son utilizados en el mantenimiento de piscinas en las que el agua se ha vuelto turbia debido a la presencia de partículas en suspensión.
Este producto provoca el aumento del tamaño de dichas partículas y su decantación al fondo de la pileta, facilitando la limpieza mediante la utilización del barrefondos.
La aplicación de los productos debe realizarse en ausencia de bañistas, y luego de aplicados el agua debe ser recirculada.