Se acercan las vacaciones y quienes tienen la oportunidad de viajar experimentarán cambios en su rutina y dieta, y en muchos casos estarán expuestos a un clima diferente al que están acostumbrados. La adaptación a estas nuevas condiciones puede generar malestares simples de salud que podrían ser atendidos fácilmente con un botiquín bien equipado.
Uno de los malestares más comunes de las vacaciones es la intoxicación por alimentos y bebidas. Consumir alimentos que no están debidamente cocidos o que no forman parte de la dieta habitual, así como beber agua de la canilla puede provocar desbalances en la flora intestinal que alteran el buen funcionamiento del intestino y desencadenan en diarrea o vómito.
Para este caso será fundamental incluir en el botiquín un medicamento que tenga la capacidad de restaurar el equilibrio de la flora intestinal, como pueden ser las suspensiones de esporas de Bacillus clausii, una especie de bacteria probiótica. Esto sumado a una alimentación blanda y buena hidratación oral será un tratamiento efectivo.
Además, la intoxicación puede estar acompañada de fuertes retorcijones de estómago que pueden ser aliviados con un antiespasmódico abdominal, por lo que será importante añadir este recurso al botiquín de viaje.
“Es un hecho que durante las temporadas de vacaciones las salas de urgencias reciben más pacientes. Hay un porcentaje de casos que pueden ser atendidos por el paciente en compañía de su núcleo cercano, por eso es importante que las personas conozcan cuáles son las herramientas más efectivas para sanar sus malestares, y que se equipen con lo necesario para disfrutar de sus viajes”, explicó Heacleff Gutierrez Arismendy, Director de Asuntos Médicos del laboratorio francés Sanofi.
Otro malestar frecuente en época de vacaciones es la rinitis alérgica. Por ejemplo, viajar a un destino con clima caliente y entrar en contacto con aires acondicionados y cambios bruscos de temperatura puede incrementar la posibilidad de experimentar rinitis estacional. Para atender esta molestia se deberá incluir en el botiquín un medicamento antihistamínico de venta libre utilizado en el tratamiento de los síntomas de la alergia y seguir las indicaciones del fabricante.
Luego de poner en práctica las acciones recomendadas para sanar el malestar sin la guía de un médico, es necesario hacer seguimiento de los síntomas y evaluar si la persona está presentando mejoras. En el caso de que los síntomas persistan el siguiente paso será acudir a urgencias o ponerse en contacto con su servicio médico para atender la situación.
Recomendaciones para el armado de un buen botiquín de viaje:
1. Agua oxigenada o alcohol, un antiséptico, vendas o gasas y esparadrapo.
2. Antiinflamatorios y analgésicos. (En el caso de golpes, es recomendable tenerlos en formato de crema o gel)
3. Termómetro.
4. Antidiarreicos y suero.
5. Laxantes (solo debes tomarlos si es estrictamente necesario).
6. Protector solar de factor 30 o superior que proteja frente a las radiaciones UVA, UVB e IR-A.
7. Repelente de insectos con dietiltoluamida (DEET)
8. Tiritas o apósitos
9. En caso de alergia, antihistamínicos y corticoides recetados por su médico.
10. En caso de insomnio por jet-lag complementos alimenticios con melatonina.
11. Medicación habitual, si se padece diabetes, asma o hipotiroidismo, es muy importante llevar las dosis suficientes para cubrir las necesidades durante todo el viaje.