El cigarrillo es la causa más frecuente de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). En un número menos considerable de casos, surge como consecuencia de la inhalación de gases o emanaciones tóxicas y, en muy raras ocasiones, es hereditaria. No tiene cura, pero puede prevenirse en la mayoría de los casos y es tratable si se detecta a tiempo.
Los fumadores tienen más riesgo de padecer la enfermedad por neumococo que, cuando llega a los pulmones, se convierte en neumonía. Mientras que los enfermos de EPOC son considerados una población susceptible de sufrirlas y hasta pueden tardar más tiempo en recuperarse.
En los Estados Unidos, la EPOC es la cuarta causa de muerte y noviembre es el mes nacional para la concientización sobre el mal. Esta enfermedad, se refiere en realidad a un grupo de enfermedades pulmonares graves en las que se obstruye el flujo de aire y se dificulta la respiración. Las más comunes de éstas son el enfisema y la bronquitis crónica.
En el caso de la bronquitis crónica, los conductos respiratorios se inflaman y se produce gran cantidad de moco, que es expulsado a través de la tos. Mientras que en el enfisema las bolsas de aire que se encuentran dentro de los pulmones (alvéolos) se destruyen gradualmente y pierden la elasticidad que les permite expandirse y contraerse al inhalar y exhalar aire.
Como resultado, se reduce la cantidad de aire que entra y sale de los pulmones. Así, ingresa menos oxígeno en los tejidos de todo el cuerpo y se vuelve más difícil eliminar el dióxido de carbono. Con el tiempo, el paciente con bronquitis crónica o enfisema, quizás con ambas enfermedades, tiene más dificultades para respirar. Los síntomas comunes de la EPOC son tos constante con flema, falta de aire, incluso al realizar tareas sencillas, y sibilancia (un sonido silbante y chillón al respirar cuando el aire fluye a través de las vías respiratorias estrechas).
La EPOC es grave e incapacitante y provoca la muerte prematura cuando no recibe tratamiento oportuno. Un problema común de esta enfermedad es que las personas no logran distinguir sus señales de advertencia, que aparecen en forma lenta y gradual. Cuando les comienza a faltar el aire al hacer actividad, creen que se debe al proceso normal de envejecimiento, pero este proceso dista de ser normal.
Se ha identificado al cigarrillo como la principal causa de EPOC. El humo debilita los mecanismos de defensa que tienen los pulmones contra las infecciones, angosta los conductos aéreos y destruye los sacos de aire. Por ello, la mejor medida que se puede tomar para prevenir la enfermedad es dejar de fumar.
Tratamiento
Si se trata de un fumador, el método más eficaz contra la EPOC será dejar el cigarrillo. Además, el médico podrá recetar broncodilatadores para abrir las vías respiratorias y facilitar la respiración, o corticoides. En casos más graves, podría requerirse terapia con oxígeno o, incluso, cirugía.