La otitis externa, más conocida como “de pileta”, es una de las enfermedades típicas del verano. Durante esta estación del año, afecta sobre todo a los más chicos, por la cantidad de tiempo que permanecen debajo del agua.
En ese sentido, señala un comunicado del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, se explica que entre septiembre y diciembre se hayan cuadruplicado las consultas por esta infección en la guardia del hospital provincial Sor María Ludovica de La Plata, donde se asistieron sólo en el último mes 140 casos.
La otitis afecta la piel del conducto auditivo externo que, cuando permanece humedecida por mucho tiempo se reblandece y pierde su capa protectora, permitiendo que las bacterias penetren al oído.
“Los síntomas aparecen unas horas después de haber estado por largo tiempo en la pileta y son fiebre y dolor intenso”, explicó Daniel Adam, jefe del Servicio de Otorrinolaringología del hospital. A su vez, agregó que los chicos la padecen más que los grandes porque pasan mucho tiempo sumergidos.
El especialista recomendó evitar las reiteradas zambullidas y controlar que los chicos no permanezcan por largos períodos con la cabeza debajo del agua: “Es importante que después de salir de la pileta se sequen bien los oídos para evitar que la piel del conducto quede húmeda y, si el tímpano está intacto, puede utilizarse alcohol boricado o fino diluido con agua para garantizar un buen secado”, informó Adam.
El aumento en las consultas pediátricas causadas por este tipo de infección también se reflejó en la guardia del hospital “Horacio Cestino” de Ensenada, donde casi el 12% de las personas atendidas en la última semana fueron por casos de otitis y, la mayoría de ellos, fueron niños. El jefe de Emergencias, Luciano Alesi, detalló que “de un total de 600 pacientes atendidos por guardia, 68 consultas fueron por otitis y sólo 5 de ellos eran adultos”.
Tratamiento y prevención
Ante la aparición de los primeros síntomas es necesario consultar al médico para poder iniciar un tratamiento farmacológico cuanto antes, y evitar que la infección pueda extenderse hasta el hueso que rodea el conducto auditivo.
Para quienes padecen de otitis, los especialistas aconsejan respetar la indicación de no sumergir la cabeza en el agua por al menos 15 días, a pesar de que el dolor haya desaparecido, ya que “es necesario esperar que la piel del conducto se termine de renovar y se cure, porque este tipo de infección no deja inmunidad”, explicó Adam, del hospital de Niños de La Plata.
Recomendaciones para cuidar los oídos:
• Realizar chequeos auditivos frecuentes como forma de prevención.
• Evitar el baño en aguas poco saludables.
• Zambullirse de manera suave en playas y piscinas.
• Secar bien los oídos después del baño.
• No usar hisopos o elementos punzantes para secar los oídos.
Cuidados necesarios a la hora de bañarse:
• No sumergirse en aguas contaminadas para evitar infecciones.
• No ingresar en ríos sucios ni canteras.
• Controlar a los niños pequeños inclusive en las piletas de plástico.
• Usar protectores solares.