No existen dudas de que realizar un tratamiento de fertilidad puede ser estresante. Sin embargo, un estudio afirma que los nervios durante esta etapa no conspiran contra las chances de quedar embarazada.
El trabajo, publicado en el British Medical Journal (BMJ) analizó 14 estudios previos sobre más de 3.500 mujeres que necesitaron acudir a una terapia para concebir. El equipo del Cardiff Fertility Studies Research Group prestó especial atención a la relación entre el nerviosismo generado en esta etapa y el éxito del tratamiento.
El equipo no encontró relación alguna entre el estrés emocional y un resultado fallido. Y si bien los investigadores reconocieron que acudir a estas terapias puede producir nerviosismo, el estado “no van a evitar que los tratamientos funcionen”.
El grupo liderado por el profesor Jack Boivin llamó a las mujeres expectantes a “quedarse tranquilas”, en relación a la confianza en su tratamiento. Sin embargo, reconocen que es el estrés el que las lleva a abandonar la terapia.