Los expertos que trabajan en el campo de la oncología clínica han declarado que la eribulina es el mayor adelanto farmacológico contra las metástasis del cáncer de mama que sale al mercado en los últimos diez años.
El trabajo, publicado en la prestigiosa revista médica Lancet, estudió los efectos de la droga en 508 mujeres con la enfermedad en etapa metastásica de 140 hospitales de 20 países. Las pacientes fueron seguidas durante tres años. Comparado con el grupo control, quienes recibieron eribulina tuvieron una supervivencia 20% más prolongada.
El nuevo fármaco es un quimioterápico antimicrotúbulo que actúa atacando el tumor, bloqueando la división celular y generando compuestos tóxicos para las células cancerosas. Está sintetizado de una esponja de origen marino, la Halichondria Okadai, que es muy frecuente en las aguas japonesas.
El Dr. Javier Cortés, uno de los investigadores del estudio, declaró que, «este nuevo medicamento contra la metástasis del cáncer de mama tiene una toxicidad muy baja, comparada con otros fármacos, ya que produce poco cansancio y dolores osteomusculares, y no conlleva necesariamente la caída del cabello».
Según el experto, «la administración de eribulina es la alternativa terapéutica más eficaz de los tratamientos actuales en quienes ya se han medicado con antraciclinas y taxanos, que son los que se prescriben con más frecuencia en estos casos».
Desde hace algunos meses este fármaco ya se comercializa en Estados Unidos y se espera que la Agencia Europea del Medicamento lo apruebe a lo largo de este año.
En total se estima que unas 250.000 mujeres mueren cada año debido a esta enfermedad en todo el mundo. Aunque la incidencia de cáncer de mama es cada vez mayor, la mortalidad disminuye debido a los avances de los tratamientos, la detección precoz y al seguimiento de la enfermedad en unidades especializadas multidisciplinarias.
