Desde 2003, se está implementando en países de todo el mundo la Encuesta Mundial de Salud Escolar (EMSE), para estimar la prevalencia de comportamientos de riesgo y factores de protección entre los adolescentes de 13 a 15 años. Los datos obtenidos están destinados a establecer prioridades, formular políticas y elaborar programas de salud.
La encuesta que fue desarrollada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en colaboración con UNESCO, UNICEF y ONUSIDA, mide los comportamientos y factores de protección relacionados con las principales causas de enfermedad y muerte entre los jóvenes y adultos, incluidos el comportamiento alimentario, la higiene, la violencia y lesiones no intencionales, la salud mental, el consumo de tabaco, alcohol y otras drogas, la actividad física y los comportamientos sexuales que contribuyen a la infección con VIH y otras enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados.
En noviembre de 2007, el Ministerio de Salud de la Nación implementó por primera vez esta encuesta en la Argentina. El sondeo se realizó en adolescentes de 13 a 16 años, alumnos de 1° a 3° año de educación media a nivel nacional, participaron aproximadamente 2000 alumnos de 50 escuelas.
En un primer análisis de los datos obtenidos, se evaluó consumo de sustancias como alcohol, tabaco y otras drogas; peso corporal; actividad física; salud sexual y reproductiva. Los resultados de este análisis, publicados en la revista Archivos Argentinos de Pediatría, muestran que:
• 56.7% de los adolescentes consumieron alcohol en el último mes.
• 25.5% fumó tabaco en el último mes
• 11.7% consumió alguna droga ilegal (cocaína, paco, marihuana, éxtasis)
• 20% padece sobrepeso u obesidad
• Más del 80% no cumple con las recomendaciones de actividad física (al menos 1 hora de ejercicio 5 días a la semana)
• 34% inició relaciones sexuales (44% varones, 24% mujeres), de los cuales menos del 50% siempre usó preservativo o algún método anticonceptivo.
La información resulta muy valiosa para incrementar o implementar políticas de salud que mejoren la calidad de vida y disminuyan las conductas de riesgo en los adolescentes.