Una cuarta parte de los casos de cáncer que se dan en todo el mundo afectan a personas que nunca fumaron, según un estudio, publicado por la revista Lancet Onchology. En algunos países, sin embargo, el porcentaje es más bajo, como en el Reino Unido, que es de sólo un 10 %.
Los investigadores estudiaron a 754 personas que habían fumado menos de cien cigarrillos en toda su vida para ver las diferencias genéticas que podían haber influido en el riesgo de sufrir un cáncer de pulmón. Tras tener en cuenta las enfermedades crónicas respiratorias, la exposición al humo ajeno y el historial familiar, los científicos identificaron dos secciones del genoma que parecían ofrecer la clave.
El equipo analizó entonces las cuarenta y cuatro alteraciones genéticas más habituales detectadas en la primera parte del estudio y las estudiaron en otros dos grupos de no fumadores, a la mitad de los cuales se les había diagnosticado un cáncer de pulmón.
Los investigadores detectaron la presencia de dos marcas genéticas en todos los casos, y un tercer estudio con 530 pacientes confirmó los resultados. Un análisis más detallado indicó que esas dos secciones del genoma activaban y desactivaban el gen GPC5.
Otros tests posteriores mostraron que la actividad de ese gen era un 50 por ciento menor en el adenocarcinoma, la forma más habitual del cáncer de pulmón, que en el tejido pulmonar normal.
Los científicos que hicieron el descubrimiento consideran que la menor actividad de ese gen puede desencadenar un proceso canceroso en el pulmón en los no fumadores. Sin embargo, el doctor Ramaswamy Govidan, de la Facultad de Medicina de la Washington University, escribe en un comentario publicado en el mismo número de la revista médica que se necesitan nuevos estudios para confirmar esas «observaciones preliminares».