Éxtasis: “Bailando por una pesadilla”

Esta sustancia de "uso recreativo" suele consumirse para poder "divertirse" más en un boliche. Pero los efectos de la droga no deben tomarse a la ligera, ya que pueden llevar a la muerte. Las causas de deceso van desde la deshidratación grave hasta el shock cardiovascular.

Claudio es un paciente que reconoce que solo podía divertirse junto con a amigos si ingería éxtasis. Decía que cuando comenzaba a bailar no podía parar, se dejaba llevar “al ritmo que le imponía su cuerpo”, incluso, más allá de los límites que reconocía poder tolerar. Pero un día, muy angustiado y temeroso, inició un tratamiento. Fue al descubrir que uno de esos “amigos”, Iván, fue encontrado muerto en su casa una mañana luego de una larga noche juntos en el boliche. Según el informe pericial, el deceso había ocurrido  por envenenamiento a causa de la ingesta de esa droga.

Su congoja, y principal motivación para iniciar un proceso terapéutico fue sentir que, en realidad,  lo mismo podía sucederle a él. Con la pregunta “¿Por qué no?” se derrumbaron todas sus fantasías de omnipotencia. Solía pensar para sus adentros que “eso no podía sucederle a él”, que “lo podía manejar”, y se autojustificaba, incluso, cuando minimizaba su consumo aludiendo que esa ingesta era “sólo los fines de semana”.

Claudio, después de un tiempo de tratamiento, pudo identificar lo cerca que estuvo de la muerte. Pesadillas recurrentes por las noches y agudos dolores de cabeza, son algunas de las cosas que persisten luego del consumo de éxtasis. “Una y otra vez, me despierto sobresaltado y empapado de sudor por las pesadillas de situaciones de consumo de éxtasis y alcohol y doy gracias a Dios, aún no puedo creer, con todas las cosas que hice,  estar vivo y poder contarlo”, reconoce.

¿Pero qué es el éxtasis precisamente? Se trata de una droga sintética elaborada en laboratorio, conocida en su forma original como MDMA. Fue usada por el ejército de los EEUU como prueba psicológica en los combates, y también se experimentó con ella como un medicamento psiquiátrico para “disminuir las inhibiciones”.

Desde 1980, esta droga tiene poco de MDMA, y lo que hoy por hoy se conoce como “éxtasis” -término concebido por el marketing- puede contener una amplia mezcla de sustancias como LSD, cocaína, anfetaminas y metanfetaminas. Forma parte del conjunto de sustancias de abuso consumidas con fines recreativos, son diseñadas y elaboradas en la clandestinidad, sin supervisión ni control sanitario. Las más importantes son derivadas de las anfetaminas y muchas de ellas hasta contienen veneno para ratas, cafeína y hasta sustancias para desparasitar, motivo por el cual nunca se sabe el daño real que puede generar, ni lo que realmente se está consumiendo a pesar de su “bonito” y hasta infantil diseño.

¿Qué aspecto tiene?

 

El éxtasis, por lo general, se presenta en forma de polvo cristalino, en comprimidos en forma de pastillas, y también puede inyectarse.

El formato líquido está hecho de GHB, un depresor del sistema nervioso,  que también se puede encontrar en productos para destapar caños, limpiadores para pisos, disolventes y desengrasantes.

El formato de pastilla usualmente se presenta en diseños llamativos, infantiles y adolescentes,  como marcas de autos, dibujos animados o caritas sonrientes. Se consume especialmente en discotecas y fiestas.

¿Qué efectos produce?

 

Los consumidores describen un “breve e intenso bienestar” acompañado de alteraciones perceptivas, que incluyen la sensación de incremento de la luminosidad de los objetos, el sonido y el supuesto aumento de la sensación del tacto.

Los trastornos orgánicos ocasionados por su ingesta suelen ser considerados de alto riesgo. El cuerpo comienza a producir un calor excesivo que se agrava con los bailes prolongados en lugares calurosos y colmados de personas, como los boliches bailables, lo que genera riesgo de muerte por golpe de calor con deshidratación grave. Este hecho suele producirse cuando se pierde la conciencia de la fatiga corporal y del exceso de energía que el mismo requiere para contrarrestar los efectos del consumo. El cuerpo suele quedarse sin «resto» de energía para generar la homeostasis necesaria para su recuperación.

Otra alteración que provoca su consumo es el parkinsonismo (trastorno severo en el que se siente que se pierde el control de los movimientos del cuerpo). También puede generar arritmia cardiaca o hemorragias cerebrales potencialmente mortales.

Cuando se ingiere alcohol para atenuar la excitación producida por el éxtasis, y de esta manera poder seguir consumiendo, se producen reacciones muy peligrosas como desmayos, escalofríos e hinchazón del cuerpo, que puede devenir en tensión muscular y hasta causar un estado de coma y shock cardiovascular, que ocasiona la muerte.

Otro factor que incide en el riesgo de fallecimientos son los accidentes automovilísticos como consecuencia de la distorsión que sufren la atención  y  la concentración,  y las alteraciones de la percepción visual de objetos y colores durante la noche, debido a que el éxtasis produce alucinaciones.

Un consumo sostenido genera, a largo plazo,  daños cerebrales de larga duración que afectan al pensamiento, al reducir  la capacidad de concentración y la memoria. La degeneración de las ramificaciones y terminaciones nerviosas es tan intensa que hasta puede desencadenar una psicosis crónica (locura).

Este nivel de deterioro afecta también a las áreas del cerebro que se ocupan del aprendizaje, ocasionando  marcadas dificultades para aprender nuevos contenidos. Por otra parte, puede generar depresión, alteración en los estados de ánimo, ansiedad y variaciones del ciclo sueño-vigilia.

En síntesis, lo que comienza con la intención de pasar una noche “feliz” termina transformándose en una pesadilla, debido a que el juicio de la realidad empieza a deteriorarse, y deja lugar a actitudes de falso afecto, en medio de un estado de confusión y ansiedad severa, en el que suelen primar ideas de persecución y necesidad de consumir otras drogas, como medio para atenuar estos efectos.

* Este miércoles 13 de junio, el Lic. Eduardo Lavorato presentará junto a un panel su libro “Circulo Vicioso del consumo de drogas y alcohol / Circulo Virtuoso de los Efectos del consumo de drogas y alcohol”. Será a las 17.30 en la Biblioteca Nacional, Sala “Jorge Luís Borges”, Agüero 2502, C.A.B.A.

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