Una encuesta realizada por el Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI) a pacientes internados por infarto agudo de miocardio en todo el país reveló que el 24% de ellos prefirió «esperar a que se le pasen los síntomas», en lugar de pedir ayuda médica rápidamente y permitir una intervención adecuada.
Los datos del sondeo fueron dados a conocer junto con los resultados de otro trabajo más extenso –realizado a 752 pacientes con infarto que ingresaron en 67 centros asistenciales-, según el cual la realización de Angioplastias Transluminales Coronarias (ATCs) demostró un éxito primario del 93,1%, con una mortalidad global de sólo el 3,2%.
«Estos valores muestran que Argentina se encuentra al nivel de los países desarrollados en cuanto a los resultados obtenidos en la realización de angioplastias, un procedimiento que cada vez gana más adeptos y que está creciendo en todo el mundo», dijo el especialista Ernesto Torresani, presidente del Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI).
En el mismo sentido, durante una rueda de prensa, el especialista Alejandro Cherro, subdirector de la carrera de Especialista en Hemodinamia, Angiografía General y Cardioangiografía Intervencionista de la UBA, resaltó que «los profesionales son muy buenos en todas las provincias», aunque sostuvo que «lo que se necesita es más información y que el paciente sepa que ante los síntomas de un infarto tiene que llegar rápido a un centro especializado».
Los datos forman parte de los «Resultados intrahospitalarios en pacientes con infarto agudo de miocardio tratados con angioplastia», un subestudio del Registro Argentino de Angioplastia Coronaria (RAdAC) presentado en el marco del XXXVIII Congreso Argentino de Cardiología que se realiza en esta ciudad.
En tanto, la otra investigación, denominada ‘SOndeo sobre los Síntomas del Infarto’ (S.O.S INFARTO) incluyó a 78 pacientes internados por infarto agudo de miocardio (IAM) en todo el país.
«Lamentablemente, se estima que más de un tercio de los pacientes con IAM fallecen sin siquiera llegar a recibir atención médica», señaló el especialista Arturo Fernández Murga, cardioangiólogo y vicepresidente del CACI.
Fernández Murga sostuvo que «muchas veces no se reconocen los síntomas como verdadera señal de peligro, o no se los comparte con la gente que nos rodea, y finalmente no se toma a tiempo la decisión de llamar a emergencias o pedir que lo trasladen al servicio de guardia más cercano».
«Por eso llevamos adelante este sondeo para recopilar información que nos pudiese ayudar a crear más conciencia sobre los riesgos del infarto y que más gente esté atenta a los primeros síntomas y a las principales acciones que deben tomar», agregó.
El especialista dijo que el escenario ideal es que «no pasen más de 120 minutos” desde que el paciente siente los síntomas hasta que se le practique una angioplastia, porque «en ese período es cuando es más efectivo el tratamiento».
El relevamiento mostró que los principales síntomas de los pacientes consultados fueron dolor en el pecho (43%), sudoración (12%), falta de aire (11%), dolor en brazo izquierdo (9%) o en ambos brazos (7%) y dolor en el cuello y en la mandíbula (5%).
Sin embargo, pese a la presencia de los síntomas, poco más de uno de cada diez (12%) ni siquiera sospechó que podría tratarse de un IAM.
Consultados sobre cuál fue la actitud que tomaron frente a los primeros síntomas, el 76% de los encuestados manifestó haber concurrido a una guardia o llamado a la ambulancia.
El infarto agudo de miocardio es una de las principales causas de muerte en la Argentina; se trata de una obstrucción en una arteria coronaria que impide el paso de sangre y oxígeno al corazón, lo que puede culminar en muerte del músculo cardíaco y deceso del paciente.
Para los médicos, el objetivo es restablecer el paso de sangre, ya sea mediante angioplastia, un procedimiento que introduce un catéter en la arteria para liberar la obstrucción, o con fibrinolíticos, que es una medicación que licúa el trombo producido.
«Está demostrado que la probabilidad de sobrevida es mayor si el paciente es derivado a un centro que cuente con la posibilidad de hacer una angioplastia de urgencia», señaló Cherro, quien también es miembro del CACI.
En la misma línea, el experto Igor Palacios, jefe de la Unidad de Cardiología y del Laboratorio de Cateterismo Cardíaco del Massachusetts General Hospital, destacó que «la angioplastia es el tratamiento ideal» frente al infarto agudo de miocardio, porque «los resultados son mejores en lo inmediato y posteriormente, frente a otras terapias».