“En el período 2000-2009, tres cánceres constituyeron el 68% de los diagnósticos para esta patología en niños: las leucemias, con un 36,8%; los tumores del sistema nervioso central, con el 18,8%; y los linfomas, con el 12,7%. Mientras que para el período 2000-2007, la supervivencia o sobrevida a los 12, 24 y 36 meses de niños diagnosticados con cáncer fue de 76,2%, 66,4% y 61,7%, respectivamente”. Así se desprende de la publicación “Registro Oncopediátrico Hospitalario Argentino (ROHA)”, del Instituto Nacional del Cáncer (INC), presentada hoy por autoridades nacionales y especialistas en la materia.
“Que la Argentina cuente por primera vez en su historia con datos de sobrevida de los pacientes oncológicos pediátricos representa un salto cualitativo en materia de salud”, aseguró el ministro de Salud de la Nación, Juan Manzur.
Durante el acto central realizado esta tarde en la ciudad de Buenos Aires-, Roberto Pradier, director del INC, un organismo dependiente de la cartera sanitaria nacional, dijo que “desde sus inicios, uno de los ejes del instituto fue el cáncer pediátrico, a la par que consideró que “estas publicaciones van a ser de gran importancia y utilidad no sólo en Argentina sino también en otros países de América Latina”.
El ROHA registra desde el año 2000 los casos de cáncer pediátrico diagnosticados en Argentina. Esta red, que en la actualidad funciona bajo la órbita del INC, está constituida por 91 fuentes que reportan y reúnen a la totalidad de los proveedores de salud en hemato-oncología infantil del país. La publicación difundida hoy actualiza datos de incidencia de cáncer infantil difundidos anteriormente y presenta un análisis detallado de la supervivencia o sobrevida de los niños diagnosticados con esta patología y de las tendencias de mortalidad a nivel nacional.
Florencia Moreno, directora del ROHA y miembro del Capítulo Pediátrico del INC, afirmó que “la tendencia de mortalidad por cáncer infantil ha disminuido en los últimos 20 años, es decir, la sobrevida de los niños con esta patología ha mejorado”, al tiempo que destacó que “en Latinoamérica no son muchos los países que cuentan con este tipo de datos de sobrevida, los cuales nos permiten como país definir estrategias sanitarias específicas para cada población y tipo de tumor, y desarrollar intervenciones bien definidas”.
“Esta es la primera publicación sobre la supervivencia de niños argentinos con cáncer que tiene alcance nacional, por lo que se espera que sea una línea de base para futuras investigaciones”, se detalla en el material cuya autoría corresponde a las especialistas Florencia Moreno, Verónica Dussel, Graciela Abriata, Dora Loria y Liliana Orellana, quienes contaron con el asesoramiento de un grupo de expertos del ROHA, a la vez que consideran que “la información incluida en este reporte es potencialmente útil para la definición de estrategias e intervenciones relativas al manejo de los niños con cáncer a nivel provincial y nacional. Adicionalmente, estos datos deberían proveer información útil para la práctica clínica”.
Además de la publicación del ROHA, en la ocasión se dio a conocer el libro “Soporte clínico oncológico y cuidados paliativos en el paciente pediátrico”, cuya presentación estuvo a cargo de su editor, Walter Cacciavillano; y los resultados del estudio “Prácticas y recursos utilizados para la provisión de control de síntomas y soporte familiar en niños con cáncer”, que fueron explicados por Verónica Dussel, pediatra especializada en cuidados paliativos del Instituto de Efectividad Clínica (IEC).
Sobrevida de niños con cáncer
Según surge del reporte, para el período 2000-2007 la sobrevida a tres años de los tres tumores más frecuentes fue del 63% para leucemias, 46 % para los tumores del sistema nervioso central (SNC), y 75% para los linfomas. El mejor pronóstico lo presentan los retinoblastomas y los tumores de células germinales, con una sobrevida a tres años de 91% y 83 % respectivamente. En tanto que el peor pronóstico a tres años se observa en las leucemias mieloblásticas (40 %), los tumores del SNC (46 %) y los óseos (47 %). Las leucemias mieloblásticas y los tumores del SNC son los dos grupos con mayor mortalidad temprana.
Con respecto a la edad, cuando se consideran todos los tumores, los niños de 1 a 4 años son los que tienen mejor pronóstico. El peor escenario lo presentan los chicos menores de 1 año, en los que la mortalidad no sólo es mayor sino también más temprana; mientras que no se registraron diferencias en mortalidad asociadas al género.
Por otra parte, el pronóstico de un niño diagnosticado con cáncer varía según la región geográfica de la provincia donde reside. El mejor panorama a 36 meses se registra en los niños de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (70%) y el peor en las regiones del NOA y NEA (56%). El mismo comportamiento se observa en la supervivencia a 12 y 24 meses.
Incidencia y Mortalidad
Según el estudio, en el período 2000-2009 se reportaron 12.740 casos de cáncer en niños menores de 15 años. Esto indica que en la Argentina la tasa de incidencia de cáncer infantil fue de 128 casos anuales por cada 1.000.000 de niños, y se mantuvo estable a lo largo del período.
Las leucemias constituyen la enfermedad oncológica más frecuente, seguida de los tumores del sistema nervioso central (SNC) y los linfomas. Cabe destacar que esta distribución es similar a la descripta en los países desarrollados de Europa y América del Norte.
Por otra parte, el tratamiento de los pacientes oncológicos pediátricos en el país está centralizado. Del total de niños incluidos en el ROHA, el 75% fueron registrados por hospitales públicos, el 16% por centros privados y el 9% por otras fuentes (registros poblacionales, servicio de patología, certificados de defunción, etc.). En tanto que el 50% de todos los casos reportados por hospitales públicos fueron tratados en tres centros de referencia; y el 42% de los niños con patología oncológica migran -en algún momento de su tratamiento- a centros asistenciales de mayor complejidad, ubicados en una provincia diferente de la de origen.
En cuanto a la tasa anual de mortalidad registrada para el trienio 1997-99, la misma fue de 45,4 casos por millón de niños, mientras que para el período 2008-10 fue de 42,3 casos por millón. Esto representa una disminución del 6,8% entre ambos períodos.