Una vacuna experimental contra la malaria resultó ser efectiva en un pequeño ensayo en etapa inicial con personas, lo que aumenta las esperanzas en los esfuerzos globales para combatir esta enfermedad mortal, informaron investigadores estadounidenses en la revista Science.
La vacuna, conocida como PfSPZ fabricada a partir de parásitos responsables del Plasmodium falciparum, una infección transmitida por la hembra del mosquito Anopheles, permitió obtener hasta 100% de protección en seis de nueve adultos que recibieron las más alta dosis. Para este ensayo de fase 1 participaron 40 personas de entre 20 y 44 años.
«Estamos ahora en las primeras etapas de conseguir ser realmente capaces de tener una vacuna completamente efectiva», indicó Judith Epstein, una de las investigadoras, quien manifestó que espera que la vacuna obtenga licencia dentro de tres a cinco años.
La malaria, comúnmente propagada por mosquitos, infectó a 219 millones de personas en 2010 y causó la muerte a unos 660.000 seres humanos, según datos de la Organización Mundial de Salud (OMS). Eso se traduce en que en África muere un niño por minuto debido a la enfermedad.
«Es un estudio preliminar importante», dijo el doctor Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, sobre el ensayo clínico realizado entre octubre de 2011 y octubre de 2012.
Fauci señaló que los resultados eran los más prometedores hasta ahora en cualquier vacuna experimental. La nueva herramienta producida por la empresa privada Sanaria Inc, de Maryland. Resistiéndose a calificar el ensayo como un gran adelanto, Fauci dijo que la prueba implicó a un pequeño número de personas y que no estaba claro cuánto tiempo duraría la protección de la vacuna en cuestión contra la malaria. El estudio se realizó con 57 participantes sanos de entre 18 y 45 años que nunca habían sufrido malaria. De ellos, 40 fueron vacunados y 17 no.
Cómo fue el experimento
Para probar su seguridad, los participantes vacunados fueron divididos en dos grupos que recibieron de dos a seis inyecciones de la vacuna intravenosa en dosis que se fueron incrementando. Fueron seguidos de cerca durante una semana, y el equipo no vio efectos secundarios graves.
Para evaluar su efectividad, el equipo expuso a cada participante del estudio -los que recibieron la vacuna y los que no- a picaduras de cinco mosquitos infectados con malaria.
Después de una semana, a los voluntarios se los sometió a una revisión y aquellos que efectivamente se habían infectado fueron tratados por malaria.
El equipo halló que quienes recibieron las dosis más altas de la vacuna fueron mucho menos proclives a desarrollar la infección que los que recibieron dosis menores o no fueron vacunados.
En el estudio, sólo tres de los 15 participantes que recibieron las dosis más altas de la vacuna se infectaron, comparado con 16 de los 17 participantes del grupo vacunado con una dosis menor.
Entre los 12 participantes que no se vacunaron, 11 resultaron infectados tras la exposición a los mosquitos portadores de la enfermedad.
OMS pidió cautela
La Organización Mundial de la Salud (OMS), saludó a las investigaciones que llevaron al desarrollo preliminar de esta herramienta, aunque resaltó que el estudio se encuentra en una fase muy precoz y que también existen como 20 vacunas que también se están probando.
Tarik Jasarevik, portavoz de la OMS, dijo que “es muy bueno que haya otra vacuna más, pero es demasiado pronto para saber cuál podría ser su impacto en la salud pública”, a la par que recordó que la vacuna anunciada por la revista Science sólo fue efectiva en seis personas.