Un estudio publicado en la revista Nature mostró un reciente desarrollo de una vacuna eficaz contra el virus de la inmunodeficiencia simia (VIS), que representa el VIH de los monos. Expertos consideraron que el avance es prometedor para la investigación de una inmunización contra el sida.
En relación este trabajo, el doctor Pedro Cahn, Presidente de Fundación Huésped, opinó que “aporta una evidencia experimental que se agrega a múltiples esfuerzos que se están dando en dirección a poder obtener herramientas que vayan más allá de la terapia antirretroviral”.
“Esto quiere decir que puedan apuntalar al sistema inmunológico con recursos que no sean estrictamente medicamentos”, explicó el reconcodio infectólogo a Docsalud.com.
Según el experto, se trata de una primera experiencia, interesante y prometedora. Sin embargo, el artículo publicado en la revista Nature es una carta al editor y no un trabajo completo, lo cual implica un texto corto que “nos abre un camino como para seguir considerando pero, de ninguna manera puede ser una puede convertirse en una “noticia de tapa” porque corresponde a un trabajo de ciencias básicas realizado sobre una experiencia en monos que, a pesar de sus resultados alentadores, aún queda mucho camino por recorrer antes de que esta novedad llegue a las farmacia de la esquina”, explicó el Cahn.
Macacos y esperanza
El estudio habla de la supresión virológica por vía del sistema inmune y, de acuerdo a como está expresado en la publicación de Nature, se trataría de una vacuna terapéutica. Los simios del estudio fueron sacrificados y se les practicó necropsias entre 69 y 172 semanas luego del desafío con el virus. De acuerdo con los resultados, el 50 % de los primates que fueron vacunados manifestaron unas respuestas inmunitarias estables y controladas.
Sobre esta evidencia, el especialista consideró que el trabajo “refleja una prueba de concepto que indica que este es un camino posible que habrá que reproducir”.
“Todo estudio clínico o científico tiene que ser necesariamente reproducible por equipos de terceros independientes. A partir de allí, habrá que ver si a punto de partida de lo que se aprendió con este estudio, modificando de alguna manera los componentes de este estímulo inmunológico que utilizaron, se pueda obtener respuestas más altas que un 50%”.
“Aún si la experiencia pudiera ser trasladable a los humanos, que no necesariamente es así, estos resultados no son suficientes como para producir una vacuna a gran escala”, agregó.
A su medida
Es muy temprano para sentirse optimistas con el hallazgo del equipo a cargo del científico Louis Picker, de la Universidad de Salud y Ciencias de Oregón (EEUU). “Recordemos que se trata de un estudio preliminar en monos; me parece que no alcanza como para hacer un gran ruido con esta novedad. Se trata de una buena noticia que abre un camino distinto porque utiliza una formulación diferente pero, hasta no tener mayor información, no deberíamos albergar tanta expectativa”, concluyó Cahn.