El estrés en el trabajo incrementa el riesgo de desarrollar problemas cardiacos en las mujeres menores de 50 años, según un estudio publicado en el Occupational and Environmental Medicine. Aunque el vínculo entre las enfermedades coronarias y el nerviosismo ya se conocía, las investigaciones que se habían realizado hasta ahora sólo se centraban en sus consecuencias en los hombres.
Este es el primer trabajo que se centra exclusivamente en el impacto en mujeres y en él han participado 12.116 voluntarias enfermeras de un Hospital Universitario de Glostrup, en Dinamarca. El estudio se inició en 1993, cuando se analizó la salud de las asistentes, que en esa época tenían entre 45 y 64 años, y estaban sometidas a un fuerte estrés en el trabajo. Cuando se chequeó otra vez su salud en 2008, 580 de ellas habían sido hospitalizadas por culpa de problemas relacionados con el corazón, 369 habían padecido una angina de pecho y 138 un infarto.
Tras tener en cuenta los factores de riesgo, como si eran fumadoras o sufrían diabetes, los investigadores notaron que las que aseguraban trabajar «bajo presión muy alta» presentaban un 35% más de probabilidades de tener problemas cardiacos.Además, constataron que las más afectadas por esta circunstancia eran las menores de cincuenta años.
Sin embargo, las que declaraban tener una «moderada presión» en el ámbito laboral presentaron un 60% más de probabilidades de tener enfermedades coronarias.
June Davinson, de la British Heart Foundation, señaló que el estrés puede llevar a las trabajadoras a desarrollar hábitos poco saludables, como fumar o comer mal, que también contribuyen a aumentar el riesgo de enfermedades cardiacas.
«Una mayor actividad física durante el trabajo, como subir escaleras en lugar de utilizar el ascensor o ir a pie, podría ayudar a paliar los niveles de estrés y mejorar la salud cardiaca», subrayó Davinson.
