Médicos Sin Fronteras (MSF) alertó sobre un preocupante incremento en la propagación de cepas mortales de tuberculosis resistente a los medicamentos (TB-DR por sus siglas en inglés). Según la organización, este hecho supone una de las más importantes amenazas a las que se enfrenta actualmente la salud mundial.
A través del informe «Es necesario actuar de manera urgente contra la amenaza que supone la tuberculosis resistente a los medicamentos», la organización médico humanitaria hace un llamamiento para que los gobiernos, compañías farmacéuticas e investigadores se movilicen y contribuyan sin demora a salvar más vidas y a encontrar nuevos tratamientos que ayuden a contener esta virulenta enfermedad.
Cada año, unos ocho millones de personas en todo el mundo contraen tuberculosis (TB) y 1,3 millones de personas mueren víctimas de esta enfermedad que se propaga por el aire. Aunque la TB es curable, la falta de inversión y de visión estratégica para encontrar nuevos y más eficaces tratamientos ha provocado la aparición de la TB multirresistente a los medicamentos.
Cada año se registran en torno a medio millón de nuevos casos de TB multirresistente a los medicamentos (TB-MDR por sus siglas en inglés), y estos se dan en prácticamente todos los países del mundo. La principal preocupación es que estas cepas más mortíferas de TB-DR, que se dan en unos 100 países, ahora se propagan de persona a persona. Y es que no obstante, hoy, independientemente del lugar del mundo donde uno viva, no hay prácticamente forma de tratarlas de forma efectiva.
“La crisis de la TB-DR es un problema de todos y exige una respuesta internacional inmediata”, explica el doctor Sidney Wong, Director Médico de MSF. “Cada año diagnosticamos a más pacientes con TB-DR, pero los tratamientos actuales no son lo bastante buenos para contrarrestar la epidemia. No importa donde vivas, hasta que no se encuentren tratamientos combinados más efectivos y cortos, las probabilidades de sobrevivir a esta enfermedad a día de hoy son muy poco prometedoras”, agregó.
El uso cada vez más extendido de una nueva herramienta para diagnosticar rápidamente la TB-MDR está ayudando a identificar a más y más pacientes. Pero, para estas personas, los medicamentos estándar contra la TB no funcionan, y los médicos deben recurrir a tratamientos más complejos, largos y caros que en el mejor de los casos únicamente curan a la mitad de los pacientes. Con estas tan desalentadoras probabilidades, las personas afectadas se enfrentan a una odisea de dos años que implica tener que tomar hasta 14.000 pastillas y soportar ocho meses de inyecciones diarias. Los tratamientos hacen que la gente se sienta terriblemente enferma, con efectos secundarios que van desde náuseas y dolores corporales a psicosis y pérdida permanente de la audición. A pesar de ser totalmente inadecuada, sólo la medicación cuesta a los proveedores de salud unos 4.000 dólares por persona, sin incluir los costos que implica una atención prolongada y el manejo de los efectos secundarios.
Este tratamiento inadecuado y costoso está minando seriamente la respuesta global a esta enfermedad; con sólo una de cada cinco personas con TB-DR recibiendo el tratamiento que necesitan y dejando que esta enfermedad asesina se propague libre e indiscriminadamente por el aire. La gravedad de la crisis ha hecho que pacientes con TB-DR y personal sanitario de todo el mundo se hayan unido para exigir mejoras en el tratamiento y en la detección de la TB-DR a través del manifiesto Diagnostícame, trátame, disponible a través del sitio web de la Campaña de Acceso a los Medicamentos de MSF y que cualquier ciudadano del mundo puede firmar.
“Aceptemos el hecho que estamos frente a una epidemia de tuberculosis”, afirma una mujer en Suazilandia, África cuya hija murió de TB-multirresistente a los medicamentos y cuyo otro hijo está ahora infectado con la enfermedad. “Tenemos que unirnos y luchar por nuestra supervivencia, para que la próxima generación tenga un futuro, porque si nos rendimos ahora, los niños están acabados”.
Aunque recientemente han salido al mercado dos nuevos medicamentos – los primeros en 40 años – todavía tienen que pasar muchos años antes de que los médicos y los pacientes puedan ser testigos de la revolución que todo el mundo espera en materia de tratamiento. Para ser efectivos, los fármacos para la TB tienen que usarse de forma combinada, pero la realidad al día de hoy es que todavía no se efectúan ensayos clínicos que combinen los nuevos medicamentos.