Si lleva un marcapasos u otro dispositivo para el corazón, debería mantener una prudencial distancia ante los smartphones para evitar shocks dolorosos o pausas en su función. Así lo advirtió un estudio presentado durante el Congreso EHRA EUROPACE – Cardiostim 2015, realizado en Alemania.
Carsten Lennerz, del German Heart Centre de Munich, quien es el principal autor de la investigación, señaló que los marcapasos pueden detectar de forma incorrecta las interferencias electromagnéticas que producen los teléfonos inteligentes como una señal cardiaca, lo que puede provocar el aparato se frene de forma momentánea.
“Esto puede causar una pausa en el ritmo cardíaco y provocar así un síncope o, en el caso de los desfibriladores automáticos implantables (DAI), imitar la señal como una taquicardia ventricular, lo que hace que el DAI genera un descarga eléctrica dolorosa para el paciente”, indicó el experto en declaraciones que reproduce el sitio ABC.es.
Los fabricantes de estos dispositivos recomiendan guardar una distancia de entre 15 a 20 centímetros entre los marcapasos y los celulares, pero estas sugerencias se basan en estudios realizados hace 10 años. Desde entonces, los teléfonos móviles evolucionaron hasta volverse “inteligentes” y se introdujeron nuevas redes móviles que cambiaron de GSM a UMTS y LTE.
Los investigadores alemanes buscaron determinar cuál sería la distancia recomendada entre los dispositivos cardíacos y los nuevos teléfonos. Para tal fin analizaron a 308 pacientes, de los cuales 147 llevaban marcapasos y161 DAI, incluyendo 65 con dispositivos de resincronización cardíaca.
Los voluntarios fueron expuestos al campo electromagnético de tres smartphones comunes que se situaron directamente sobre la piel encima del dispositivo cardíaco. Mediante un sistema de comunicación por radio, que funciona como una estación de la red móvil, los expertos programaron los smartphones en un protocolo de llamada que incluye la conexión, la llamada (timbre), la conversación y la desconexión.
Las acciones se realizaron en GSM, LTE y UMTS a la máxima potencia de transmisión y a 50 Hz, una frecuencia que se sabe que puede influir en los dispositivos electrónicos implantables cardíacos. Durante todo el proceso los científicos realizaron electrocardiogramas (ECG) de forma continua y controlada.
Determinaron que solo uno de cada 308 pacientes (0,3%) se vio afectado por una interferencia electromagnética causada por los teléfonos inteligentes. Aunque éstas son muy poco frecuentes, “sabemos que pueden ocurrir, por lo que las recomendaciones actuales acerca de la distancia de seguridad deben seguir siendo respetadas”, opinó Lennerz.
Christof Kolb, del mismo centro al que pertenece Lennerz, indicó que debido a que “casi todo el mundo utiliza los smartphones y sí existe la posibilidad de interferencia con los dispositivos cardiacos si se sitúan demasiado cerca, estos pacientes deben tomar precauciones, como no situar el teléfono directamente sobre el dispositivo o, dicho, de otra forma, no guardarlo en un bolsillo que esté encima del dispositivo y hablar por el oído contrario al lado del implante del dispositivo”.
Fuentes: ABC.es
