El Gobierno brasileño anunció el martes que fueron detectados 121 nuevos posibles casos de microcefalia en la última semana, entre ellos una muerte que todavía se está investigando, lo que sitúa en 520 los casos sospechosos de esta enfermedad.
La principal hipótesis sigue siendo la infección por el virus Zika, transmitido por el mosquito Aedes aegypti, el mismo responsable por el dengue y la fiebre chikungunya, aunque «cualquier conclusión en este momento es precipitada», afirmó el Ministerio de Salud en un comunicado.
En los últimos cinco años Brasil registró una media de 156 casos de microcefalia anuales, que nunca superaron las 175 notificaciones, según el último boletín divulgado.
En cambio, desde el pasado julio dispararon hasta 520 los casos de microcefalia en nueve estados de Brasil, con especial incidencia en la región noreste, la más afectada.
Con más de la mitad de los casos, 268, el estado de Pernambuco sigue siendo el más aquejado por esta enfermedad, seguido de Paraiba (96), Sergipe (54), Rio Grande do Norte (47), Piauí (27), Alagoas (10), Ceará (9), Bahía (8) y Goiás (1).
La microcefalia causa una malformación congénita en el desarrollo del cerebro.
El virus Zika tiene síntomas parecidos al dengue y la chikunguña, pero su notificación no es obligatoria en Brasil por ser considerada menos grave.