Una nueva investigación afirma que es posible diagnosticar «con rapidez y precisión» algunos de los tipos de bacterias más peligrosas y resistentes a los medicamentos «en tan sólo 15 minutos y con un análisis que cuesta menos de un dólar», según informó hoy la Universidad Imperial College de Londres.
«Lo más importante de esta técnica es que se basa en tecnología que ya está disponible en la mayoría de los hospitales. Eso significa que se puede poner en marcha de forma rápida y barata, y potencialmente tener un impacto rápido en la lucha contra la resistencia a las drogas», dijo uno de los investigadores del Imperial College, Gerald Larrouy-Maumus.
Explicó además que las bacterias evolucionaron gradualmente hasta llegar a ser resistentes a los antibióticos utilizados para combatirlas, y detalló que en los últimos años los científicos «encontraron pruebas de que algunas bacterias se volvieron resistentes a antibióticos como la colistina», por ejemplo.
Según el Imperial College, los investigadores destacaron la importancia de ese descubrimiento durante el 27º Congreso Europeo de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas (ECCMID), que se está llevando a cabo desde ayer en la ciudad de Viena, Austria.
«Esto significa que es posible utilizar las medidas de cuarentena en pacientes con infecciones peligrosas para detener su propagación y el surgimiento de resistencia a los medicamentos», afirmaron.
La investigación fue presentada también por Laurent Dortet, profesor asociado de la Universidad del Sur de París, Francia, y el profesor Alain Filloux.
Los investigadores estudiaron las bacterias Escherichia coli y Klebsiella pneumoniae, ambas del grupo de las llamadas Enterobacteriacae, que pueden causar gastroenteritis, infecciones del tracto urinario, enfermedades pulmonares como la bronquitis y neumonía e incluso sepsis.
El equipo probó 134 colonias diferentes de bacterias utilizando un espectrómetro de masas, disponible en los laboratorios de análisis de la mayoría de los hospitales, y descubrieron que era posible distinguir «no sólo aquellas bacterias resistentes a la colistina, sino también a las más peligrosas», aseguraron.
«Esta resistencia es particularmente preocupante, ya que tiene el potencial de propagarse rápida y fácilmente, y si eso sucede los medicamentos como la colistina también podrían llegar a ser obsoletos. Si, por el contrario, somos capaces de identificar rápidamente las bacterias que tienen ese tipo de resistencia, podemos tomar medidas para detener su propagación, como aislar al paciente en una habitación para que sea tratado por un médico especializado», explicó Dortet, según citó el Imperial College.
Los investigadores están trabajando ahora para patentar la técnica e implementar su uso en los laboratorios de los hospitales.
Aseguraron que el test «también podría ser útil en muestras veterinarias, donde se sabe que los niveles de resistencia a la colistina son altos».
Para Alison Holmes, profesor de Enfermedades Infecciosas del Imperial College y director de la Unidad de Investigación de Protección de la Salud (INDH ), «la detección rápida de la resistencia a la colistina será de enorme valor en la asistencia sanitaria, ya que permitirá controlar la transmisión de forma temprana, proteger a los pacientes y mejorar el tratamiento».