Niños obesos: la nueva epidemia

Las cifras son alarmantes, la obesidad infantil constituye una verdadera epidemia mundial que afecta tanto a los niños en los países desarrollados como en países pobres. La Argentina no escapa a esta realidad. Un dato: 28% de los alumnos primarios de Capital tienen sobrepeso o son obesos.

Las cifras son alarmantes, la obesidad infantil constituye una verdadera epidemia mundial que afecta tanto a los niños en los países desarrollados como en países pobres. La Argentina no escapa a esta realidad, los estudios realizados en alumnos de escuelas primarias de la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense indican que el 28% de los alumnos tienen sobrepeso o son obesos.    

En la clase media-alta la problemática se debe a la sobrealimentación, los niños consumen un exceso de golosinas, gaseosas y bebidas azucaradas. En familias de bajos recursos económicos se debe a la mala calidad de alimentos dado que sólo pueden acceder a las comidas más baratas y también las fáciles de cocinar –harinas, sopa, guiso, polenta- que son las de mayor aporte calórico y más alto contenido de grasas. Los precios de vegetales, carnes y lácteos no son accesibles para familias pobres.

 

No son pocos los padres que piensan que la obesidad no es una enfermedad sino un signo de salud y bienestar. Es una creencia falsa, ya que la obesidad infantil predispone al chico a ser un adulto con menor expectativa de vida y vulnerable a riesgos cardiovasculares. Los resultados de muchos estudios en adultos obesos son contundentes: la obesidad se asocia con un riesgo casi tres veces más elevado de muerte súbita y duplica el riesgo de sufrir enfermedad coronaria, insuficiencia cardíaca y de accidentes cerebrovasculares

 

Pero la obesidad no solamente compromete la salud a futuro, los niños obesos también sufren graves trastornos de su salud. Más del 50% presentan hipertensión o hipercolesterolemia. A nivel del aparato digestivo el hígado acumula grasa, se forman cálculos en la vesícula biliar, el páncreas secreta insulina en exceso generando trastornos metabólicos y diabetes.  Un 8% de los niños atendidos en el Servicio de Nutrición del Hospital de Pediatría Garrahan presentan diabetes tipo II. Las articulaciones y la columna sufren deformaciones por la presión del peso y los huesos se fracturan con facilidad. También se comprometen los pulmones, los niños obesos presentan asma con mayor frecuencia lo cual limite su capacidad de hacer ejercicio.

 

Hoy, los pediatras y los especialistas en nutrición infantil hacen hincapié en la prevención del exceso de peso desde la infancia.

 

Algunas recomendaciones saludables

 

  • Mantener la lactancia hasta los seis meses
  • Incorporar alimentación variada desde pequeños.
  • La dieta debe comprender frutas, verduras, lácteos, carnes y huevos
  • Limitar el consumo de azúcares y grasas saturadas-fiambres, facturas, golosinas
  • Hacer cuatro comidas diarias y evitar el picoteo entre comidas sobre todo de golosinas
  • Es fundamental que el niño desayune porque tiene incidencia sobre el rendimiento escolar
  • Mantener una buena hidratación, ofrecer agua o jugos en lugar de gaseosas
  • Promover el ejercicio físico y las actividades al aire libre

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