El café no es solo un producto comercial: es un buen despertar, combatir el frío en invierno, una charla con amigos, una cita y pasar la noche de largo antes de rendir un examen. Pero, también cuenta con efectos terapéuticos. Entre otras cosas, puede ayudar a prevenir algunas enfermedades, contribuir a mantener la memoria, acrecentar el rendimiento físico y mental y prevenir enfermedades neurodegenerativas.
La cafeína no está solo en el café
La cafeína es un compuesto alcaloide del grupo de las xantinas presente en varias plantas como en los granos de café y cacao, las hojas de té, las bayas de guaraná y la nuez de cola. Se añade a bebidas y a diversas medicinas. Actúa como pesticida natural, protegiendo a las plantas de los insectos que se alimentan de ellas.
El contenido medio de cafeína por 150 ml (una taza) del café tostado molido es de alrededor de 85 mg; del café instantáneo, es de 60 mg; del café descafeinado, de 3 mg; del té en hojas o en bolsa, de 30 mg; del té instantáneo, de 20 mg, y del cacao o chocolate caliente, es de 4 mg. Un vaso de 200 ml de bebida con cafeína contiene entre 20–60 mg.
La cafeína llega al torrente sanguíneo a los 30-45 minutos de su consumo. Luego, se distribuye por el agua de todo el organismo, para posteriormente ser metabolizada y expulsada por la orina. La vida media de la cafeína en el interior del cuerpo es de cuatro horas. Durante el embarazo, disminuye la velocidad a la que se metaboliza la cafeína y las mujeres embarazadas mantienen generalmente los niveles de cafeína durante más tiempo.
Actúa como analgésico
Se ha comprobado que el café tiene efectos positivos para reducir los dolores de cabeza y malestares en general, siempre que estos no estén relacionados con el sistema digestivo, ya que también es irritante.
La capacidad de la cafeína como estimulante del sistema nervioso central se debe a su acción como antagonista de la adenosina. Esta es una sustancia química generada de manera natural por el cuerpo que actúa como mensajera regulando la actividad cerebral y modulando el estado de vigilia y sueño. La cafeína bloquea los receptores específicos de la adenosina presentes en el tejido nervioso, y en particular en el cerebro. Gracias a este mecanismo, la cafeína puede potenciar la capacidad de realizar un esfuerzo físico y mental, antes de que aparezca el cansancio. El bloqueo de los receptores de adenosina puede contribuir a la constricción de los vasos sanguíneos, lo cual alivia la presión de las migrañas y los dolores de cabeza, y explica por qué muchos analgésicos contienen cafeína.
Otras virtudes
– Estimula el sistema nervioso: Los investigadores han encontrado que la cafeína estimula al sistema nervioso, facilitando la coordinación, mejorando el estado de ánimo y la motivación. También incrementa la energía, la resistencia y disminuye el cansancio.
– Es diurético: Beber café estimula el trabajo de la vejiga y ayuda a combatir la retención de líquidos. Esto se debe a sus niveles de cafeína, por lo que puede obtenerse los mismos resultados de otras bebidas, como el té verde.
– Mejora el asma y las alergias: La cafeína dilata los bronquios, combatiendo las crisis de asma y otras alergias. Es una de las principales sustancias de muchos medicamentos para problemas respiratorios.
– Es antioxidante: A pesar de sus efectos ácidos en el sistema digestivo, los polifenoles del café lo convierten en un poderoso antioxidante. Esto ayuda a limpiar la sangre de toxinas y metales pesados y tiene efectos antienvejecimiento.
