Cómo prevenir y tratar la diarrea en niños

En la Argentina, cerca de 20.000 niños son internados por año a causa de este cuadro  y un chico muere cada 3 días por un episodio causado por el rotavirus.  Existen medidas para evitar la colitis, pero si se presenta, los probióticos ayudan a tratarla.

La diarrea no es en sí una enfermedad sino un síntoma de infección causada por algún germen, bacteria, virus o toxina. También puede provocarla la ingesta de antibióticos y la  intolerancia a la lactosa. Una causa habitual de este cambio en el tracto intestinal también puede ser la ingestión de alimentos o agua contaminados.

Un niño tiene diarrea cuando va más veces al baño de lo normal y sus evacuaciones son más “acuosas”, y en algunos casos puede presentar fiebre o vómitos. Por lo general, la colitis en un niño se puede controlar y mejorar en unos días; pero si no se trata adecuadamente,  es capaz de provocar graves consecuencias como la deshidratación y en algunos casos hasta la muerte.

Según un informe del Fondo Internacional de Emergencia de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), la diarrea sigue siendo la segunda causa más frecuente de muerte por infecciones a nivel mundial en niños menores de 5 años, y  cada año causa la muerte de alrededor de un millón y medio de niños. Además, es responsable de unas 200.000 hospitalizaciones y de un millón y medio de visitas en consultorios externos.

En la Argentina, la mayoría de los casos pediátricos de diarrea son causados por virus (70 a 90%) y en particular el rotavirus es el mayor agente al representar entre el 40 y 60% de todos estos episodios, en especial en niños de 6 a 24 meses. A la diarrea provocada por rotavirus se la denomina “aguda” y es responsable de la internación de unos 20.000 niños cada año y de la muerte de uno cada tres días.

El índice de infección y mortalidad por esta condición es altísimo: se estima que en países como la Argentina, todos los niños tendrán infecciones por rotavirus antes de cumplir los 5 años y aproximadamente 1 de cada 250 morirá.

¿Qué hacer cuando un niño tiene diarrea?

Si observa que el chico llora sin lágrimas, tiene los ojos hundidos, mucha sed, la boca seca, sangre en las evacuaciones y/o vomita constantemente, debe acudir de inmediato a la sala de urgencias o a su doctor, pues es posible que esté deshidratado.

La deshidratación es la complicación de la diarrea que causa más problemas y a la que hay que poner más atención. Básicamente, un niño la sufre cuando no tiene en su cuerpo la cantidad de agua suficiente. En este caso, es recomendable su rehidratación oral siguiendo las indicaciones del médico.

 La OMS recomienda darle a los chicos con síntomas de este cuadro el suero Oral 75, ya que cuenta con la formula exacta para la correcta hidratación. Se trata de una intervención simple pero según el informe de la OMS, solamente el 39% de los niños que presentan diarrea reciben el tratamiento recomendado.

Otra práctica que ha demostrado ser muy efectiva para la prevención es el lavado de manos con agua y jabón que reduce la incidencia de enfermedades diarreicas en más del 40%. 

El desequilibrio en la flora intestinal provocado por la diarrea tiene consecuencias en todo el organismo: alteración del sistema inmune, baja absorción de nutrientes y reducción de la protección contra patógenos por lo que es fundamental su regeneración tanto durante la detección de la diarrea como luego del cuadro. Una alternativa natural para lograrlo es la administración de probióticos.

La palabra probiótico (de origen griego) significa “a favor de la vida”, y es el término que se emplea para denominar a microorganismos vivos o bacterias “amistosas”, que conviven en nuestro tracto intestinal en simbiosis con nuestro cuerpo. Cuando los probióticos son ingeridos en cantidades suficientes, tienen efectos beneficiosos sobre la salud, lo que va más allá de los efectos nutricionales convencionales. Hay muchos tipos de probióticos hechos a partir de alguna cepa de microorganismos, como lactobacilos, B. clausii y Saccharomyces; entre otros.

En particular, el Bacillus clausii, recientemente disponible en el país, mostró que es capaz de erradicar la infección por rotavirus (germen más habitual causante de gastroenteritis infecciosa en la edad pediátrica) acortando la duración de la diarrea.

En síntesis, los probióticos son coadyuvantes de un tratamiento para la restauración de la flora intestinal, y este, en particular, demostró su seguridad y buena tolerabilidad en la evidencia y experiencia internacional.

Prácticas para prevenir la diarrea en niños

  1. La lactancia desde edad temprana ayuda a que el organismo del niño desarrolle defensas y pueda resistir enfermedades.
  2. Vacunar a los chicos de acuerdo a las recomendaciones de su doctor.
  3. Asegurar que el agua que beberá el pequeño esté hervida o sea embotellada.
  4. Lavar las manos al preparar cualquier alimento para la familia.
  5. Desde temprana edad, enseñar a los niños a higienizarse las manos con agua y jabón antes de comer y después de ir al baño.
  6. Lavar verduras y frutas, además de cocinar pollo, carne y pescado.
  7. Limpiar bien los utensilios y superficies usadas para preparar carne, pollo o pescado crudos.
  8. Revisar siempre la fecha en que se vencen los comestibles.
  9. Ofrecer a los niños una dieta balanceada para evitar una mala nutrición.
  10. No consumir comidas de puestos ambulantes.

El Dr. Fernando Ariel Burgos es Médico pediatra yJefe del área Ambulatoria del Servicio de Pediatría del Hospital Austral. 

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