El glifosato, aplicado como herbicida en numerosas partes del mundo, catalogó como «probablemente cancerígeno» en un informe publicado este jueves por la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer IARC, perteneciente a la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La agencia, con sede en Lyon, ya había hecho pública su conclusión en marzo, pero sus científicos dieron a conocer en estos días el informe en el que sustentan su conclusión tras evaluar numerosas investigaciones.
El equipo asegura que, si bien en los estudios llevados adelante en humanos las evidencias son limitadas, los experimentos en animales arrojan suficientes pruebas de que el glifosato puede generar cáncer.
El herbicida fue catalogado en la segunda mayor categoría de riesgo («probablemente cancerígeno en humanos»).
Algunas organizaciones señalaron que el objetivo del IARC no era analizar el riesgo sino identificar posibles peligros, independientemente de las formas de aplicación, con lo cual, según se argumenta en contra de la conclusión, la agencia también cataloga sustancias como el alcohol en la máxima categoría si bien suele ingerirse en pequeñas cantidades.
Otras organizaciones como Greenpeace defendieron en cambio los resultados e instaron a «suspender de inmediato todas las aplicaciones en las que resulta probable que las personas entren en contacto directo con glifosato», según palabras de la especialista en asuntos agrícolas de la organización, Christiane Huxdorff.
La sustancia es controvertida y existen tanto organismos que niegan la existencia de efectos negativos como entidades que instan a suspender su uso.