¿Antibióticos para el cáncer de estómago?

Se estima que la mitad de la población mundial está infectada por una bacteria que provoca úlcera péptica y puede causar tumores gástricos. Investigaciones recientes probaron el beneficio del tratamiento combinado de estas drogas con antiulcerosos. 

Los tumores gástricos son  la segunda causa de muerte por cáncer en el mundo, y representan un enorme problema para la salud pública mundial, especialmente en Asia. Los principales factores de riesgo están relacionados con el estilo de vida y los hábitos alimentarios, como agregar mucha sal a las comidas, consumir alcohol en exceso y fumar. Pero además, hace 20 años se comprobó que tienen mayores probabilidades de desarrollar esta patología maligna aquellas personas infectadas con la bacteria Helicobacter pylori (H. pylori), infección que puede erradicarse con un tratamiento combinado de al menos dos antibióticos asociados con drogas antiulcerosas, inhibidoras de la bomba de protones.

Se calcula que alrededor de la mitad de la población mundial tiene H. pylori, aunque hay que recordar que la probabilidad de enfermar depende de muchas variables, incluyendo el genotipo de la bacteria, la predisposición genética de cada individuo y factores ambientales.

De este modo, si bien la mayoría de quienes se infectan no tienen síntomas ni problemas de salud, una parte presentará complicaciones: se estima que entre el 15 y el 20% de las personas con esta bacteria desarrollarán úlcera péptica y un 3% cáncer gástrico. Aunque el porcentaje es bajo, representa un elevadísimo número total de personas, si se considera la difusión de la infección a nivel global.

El contagio se produce por el consumo de alimentos o de agua contaminados con materia fecal. Una vez ingerida, la bacteria se localiza en la mucosa del estómago donde produce una gastritis crónica. En los países menos desarrollados, la mayor parte de los niños se infecta antes de cumplir los 10 años.

Investigaciones y perspectivas 

Recientemente, la revista científica Lancet oncology publicó un artículo donde se afirma que una de cada seis neoplasias se pueden atribuir a cuatro patógenos específicos: los virus de hepatitis B y C se asocian al cáncer de hígado; algunas cepas del virus del papiloma humano (HPV) provocan cáncer de cuello uterino y H. pylori se relaciona con la aparición de úlcera péptica, el adenocarcinoma de estómago y otros tumores gastrointestinales.

En las últimas dos décadas, desde que se comprobó el efecto carcinógeno de esta bacteria, se realizaron múltiples estudios en diferentes países para evaluar si el tratamiento de las personas infectadas previene la aparición de este cáncer.

En 2009 investigadores de la Universidad de Bologna y de la Universidad del Sur de Florida, publicaron en la revista Annals of Internal Medicine un meta análisis con la revisión de los resultados de siete estudios que comparaban grupos de individuos con H. pylori tratados versus grupos no tratados, evaluando el número de casos de cáncer gástrico a lo largo de un período de seguimiento de varios años. Allí se mostró que, de un total de 3.388 personas que recibieron medicación para erradicar la bacteria, 37 (1,1%) presentaron cáncer de estómago, en contraste con las 56 (1,7%) de las 3.307 en el grupo no medicado, indicando así una reducción significativa del riesgo con el tratamiento. Los autores del estudio concluyeron que la erradicación del H. pylori ofrece protección contra el desarrollo de cáncer gástrico.  

Aunque los resultados son muy alentadores, deberán evaluarse en relación al costo que representa hacerle estudios y tratar a todas las personas asintomáticas, así como el riesgo de desarrollo de resistencia a los antibióticos.

En la actualidad, todavía no existe un consenso sobre este dilema, ya que algunas sociedades científicas de Asia y Europa apoyan la estrategia de evaluar a toda la población, mientras que en otros países, como EEUU, se recomienda estudiar solamente a personas con factores de riesgo para cáncer de estómago, tales como la raza, la dieta y los antecedentes familiares.   

Fuentes: UpToDate, Annals of Internal Medicine, Current Gastroenterology Reports.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí