Asocian circuncisión con menor riesgo de cáncer prostático

Expertos hallaron que los hombres sin prepucio tenían un 15% menos de chances de desarrollar la enfermedad. Pero no recomendaron la práctica para prevenirse.

Los hombres circuncidados tendrían un riesgo levemente menor de desarrollar cáncer prostático que los varones que conservan el prepucio, de acuerdo a un estudio estadounidense.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda esta práctica luego de la evidencia a favor de que reduce el riesgo de que los hombres heterosexuales contraigan el VIH. A su vez, científicos reportaron el año pasado que esposas y parejas de hombres circuncidados tenían menor tasa de infección con el virus de papiloma humano o VPH, que en casos raros puede causar cáncer de cuello de útero u otras patologías oncológicas.

La semana pasada, investigadores reportaron que hombres africanos que fueron circuncidados fueron menos proclives a ser infectados con un virus particular de herpes.

El nuevo estudio, publicado en la revista Cancer, coincidió con esos hallazgos pero no pudo demostrar que extirparle el prepucio a un niño disminuye su riesgo futuro de desarrollar la enfermedad, precisó el doctor Jonathan L. Wright, autor principal de la investigación.

«No saldría a defender el uso generalizado de la circuncisión para prevenir el cáncer de próstata», dijo Wright, del Centro de Investigación Oncológica Fred Hutchinson, Seattle. «Observamos una asociación, pero eso no prueba causalidad», sostuvo.

Aunque la mayoría de hombres en EEUU son circuncidados, el procedimiento se ha hecho menos popular durante la última década y varios grupos han opinado en su contra. En septiembre, la Asociación Médica Real de Holanda desalentó esta práctica, al considerarla un «ritual doloroso y dañino».

Unas semanas después, el gobernador de California, Jerry Brown, desestimó una iniciativa para prohibir la circuncisión en San Francisco al argumentar que afectaría la libertad religiosa.

¿Relación cáncer-virus?

El equipo de Wright comparó a dos grupos de más de 1.600 hombres que habían respondido cuestionarios sobre los antecedentes médicos, la vida sexual y si estaban circuncidados. La mitad de ellos tenía cáncer prostático.

El 69% de ese grupo estaba circuncidado, comparado con el 72% del grupo control, lo que sugiere la existencia de un efecto protector de la circuncisión.

Aun tras considerar otros factores, como la edad, la etnia y la pesquisa del cáncer prostático, el grupo sin prepucio tenía un 15% menos riesgo de desarrollar la enfermedad. Sólo los hombres circuncidados antes del inicio sexual tenían bajo riesgo de desarrollar el cáncer.

El prepucio es propenso a tener pequeños desgarros durante las relaciones sexuales, lo que permite que los virus y las bacterias ingresen al flujo sanguíneo.

Según Wright, algunos virus activan el cáncer cuando alcanzan el ADN humano. Otra posibilidad es que los microorganismos de transmisión sexual causen esta enfermedad al producir una inflamación crónica.

Eso explicaría la relación que identificaron varios grupos de investigación entre el cáncer de próstata y distintos tipos de infección de transmisión sexual.

Uno de cada seis estadounidenses desarrollará cáncer prostático en su vida, aunque sólo una minoría morirá por la enfermedad.

Wright consideró que su estudio, que es el más grande en su tipo realizado hasta ahora, apuntó más a encontrar explicaciones sobre la aparición del cáncer que a prevenirlo.

«Necesitamos más estudios para comprenderlo», dijo y destacó que su objetivo final es “saber cómo se desarrolla el cáncer en las personas». 

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