Bullying entre hermanos aumenta el riesgo de depresión

Científicos afirman que la intimidación en la niñez puede aumentar las chances del trastornos en la juventud y al comienzo de la adultez. Para las conclusiones analizaron a 7 mil menores de 12 años y volvieron a contactarlos a los 18.

El acoso y la intimidación frecuente entre hermanos aumenta el riesgo de depresión en los niños cuando estos llegan a la juventud y el comienzo de la adultez, de acuerdo a un estudio científico realizado por la Universidad de Oxford.

Los investigadores analizaron los casos de unos 7.000 menores de 12 años a los que se les preguntó si experimentaron acoso, intimidación, golpizas, mentiras, ser ignorados o abusos frecuentes por parte de sus hermanos.

Los casos de esos chicos fueron seguidos hasta que cumplieron los 18 años, incluyéndose factores de su salud mental. Previas investigaciones habían concluido que las víctimas de acosos o intimidación de sus compañeros de la misma edad son más susceptibles a sufrir de depresión, ansiedad y autoflagelación.

El estudio de la Universidad de Oxford es el primero que examina el acoso y la intimidación entre hermanos o hermanas durante la infancia, y los efectos que ello tiene en la salud mental de los mismos en la juventud y la edad adulta.

La investigación, que contó además con la colaboración de expertos de las universidades de  Warwich, Bristol y del University College Londres, envió cuestionarios a miles de familias con niños de 12 años en el período 2003-2004, y seis años más tarde volvió a entrevistar a esos jóvenes acerca de su salud mental.

La mayoría de los niños dijo no sufrir de acoso o intimidación por parte de sus hermanos. De ese total, y a los 18 años, el 6,4% manifestó señales de depresión, un 9,3% ansiedad, y un 7.6% dijo haberse auto-flagelado.

Pero los 786 niños que admitieron acoso o intimidación frecuente por parte de sus hermanos, de al menos varias veces a la semana, registraron el doble de riesgo de sufrir depresión, ansiedad y autoflagelación que el resto de los menores.

En ese grupo, el nivel de depresión fue del 12,3%, de autoflagelación, del 14%, en tanto que el número de aquellos que registró ansiedad fue del 16%.

Las niñas fueron más susceptibles a ser víctimas de acoso o intimidación de hermanos varones, en especial en familias con tres o más hijos. Los hermanos mayores fueron en general responsables de ese comportamiento abusivo o intimidatorio.

En promedio, las víctimas dijeron que el acoso de hermanos comenzó a la edad de los ocho años, de acuerdo al estudio británico.

La experta Lucy Bowes, del departamento de políticas sociales e intervención de la Universidad de Oxford y autora principal de la investigación, afirmó que aunque no es posible concluir que el acoso de hermanos lleva a la depresión, los resultados del estudio «son muy significativos».

«Debemos cambiar el modo de hablar sobre este tema. Si ocurriera dentro de la escuela habría repercusiones. Podría estar causando daños a largo plazo. Debemos seguir investigando,  pero también es necesario que los padres escuchen más a sus hijos», dijo Bowes.

La investigadora explicó que no se trata de «bromas o provocaciones normales» en las familias, «sino de incidentes que ocurren varias veces por semana, en las que las víctimas son ignoradas por sus hermanos o hermanas, o son víctimas de violencia física o verbal».

Emma Jane Cross, del grupo benéfico contra el acoso BeatBullying, afirmó que ser víctima de ese tipo de intimidación en la infancia «puede tener un efecto devastador que dura toda la vida».

«Los padres que están preocupados por este tema deberían hablar con sus hijos lo antes posible previo a que el problema aumente. Es importante combatir las razones subyacentes detrás del acoso y la intimidación frecuente, en lugar de desestimar este comportamiento como una rivalidad normal entre hermanos», concluyó la activista.

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