Crece el número de cirugías plásticas reparadoras

Suelen realizarse tras accidentes, quemaduras y cáncer . Entre ellas están los procedimientos maxilofaciales y la reconstrucción mamaria. Se practican tanto en hospitales públicos como en sanatorios privados. 

Al contrario de lo que suele pensarse, la estética no es la única rama practicada por los cirujanos plásticos. Por el contrario, la cirugía reconstructiva o reparadora es la más requerida, tanto a nivel de los centros de salud privados como en las clínicas que atienden a las obras sociales y en los hospitales públicos, donde está al alcance de todo aquel que la necesite.

“La rama reparadora cubre importantes necesidades en el sistema de salud al darle solución a un sinnúmero de problemas mediante la cirugía maxilofacial, la plástica infantil, la plástica oncológica y la del quemado”, describió el doctor Ricardo Losardo, Presidente de la Sociedad de Cirugía Plástica de Buenos Aires (SCPBA).

Hoy gran parte de los hospitales públicos argentinos cuentan con sus áreas de Cirugía Plástica. Allí realizan diversos procedimientos, desde estéticos a reparadores.

“La cirugía reconstructiva más frecuente está relacionada con los tumores de piel”, explicó el doctor Daniel Castrillón, secretario de SCPBA “Son muy significativos los casos de pacientes ancianos, con protuberancias de más de cinco o seis centímetros en el rostro o en las manos, que revelan que se han dejado estar. En estos casos, si bien el resultado visual es muy importante, el especialista debe actuar con un criterio que priorice en primer lugar la vida del paciente, en segundo lugar, la función de los tejidos y en tercer lugar, la estética”, concluyó

Cifras argentinas y mundiales

Losardo relató que los procedimientos de cirugía reconstructiva aumentan sostenidamente a través de los años, porque los pacientes consultan de manera temprana y no llegan al hospital con lesiones tan avanzadas”.

La cirugía reparadora, por ejemplo, representa casi la mitad de los procedimientos que se realizan en el Hospital del Quemado de la Ciudad de Buenos Aires. Según cifras publicadas por el Ministerio de Salud porteño, durante 2011 ingresaron en ese centro 1383 pacientes, de los que 661 debieron pasar por el quirófano.

En el Hospital de Oncología “María Curie”, por otra parte, el 41% de las internaciones efectuadas durante ese mismo año –736 de 1794– correspondieron al área de cirugía, y en los consultorios de cirugía plástica, maxilofacial, mamaria y estomatológica se recibieron en total en el año más de 2800 consultas de pacientes demandando este tipo de operaciones.

Por otra parte, en EEUU,  la Sociedad Norteamericana de Cirujanos Plásticos (ASPS) detalló que durante 2011 sus miembros realizaron en ese país 4,3 millones de cirugías de remoción de tumores, un 3% más que el año anterior y un 10% más que en 2005. La reparación después de una enfermedad oncológica es, por lejos, el tipo de intervención más requerida dentro de la cirugía plástica, principalmente la cirugía reconstructiva de mamas.

 El tipo de procedimiento que más creció recientemente, según la ASPS, fue el maxilofacial (125% respecto del año anterior), que implica por lo general el trabajo sobre los huesos del cráneo y el empleo de colgajos. También son altamente demandadas las operaciones de manos y el tratamiento de quemaduras y escaras (llagas por inmovilidad en los adultos mayores), que en total implican unos 600 mil procedimientos anuales.

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Una de las tareas que más ocupa a la División de Cirugía Plástica y Maxilofacial del Hospital Ramos Mejía, encabezado por la doctora Nora Petral, es la reconstrucción mamaria en las pacientes que por un cáncer u otra afección han debido sufrir una mastectomía. “En general, la mujer que ha atravesado esa circunstancia no acepta tener que quedar así el resto de su vida, y hoy tiene la posibilidad de acceder a la reconstrucción, siempre a partir del momento en que la autorice su oncólogo”, indicó Petral para luego agregar que el impacto psicológico de esta operación es “altísimo” ya que la paciente “deja de verse mutilada”.

Además relató que existen muchas opciones para la reconstrucción mamaria. “Se puede hacer mediante un expansor, que elonga la piel, y a partir de allí colocar una prótesis o bien utilizar tejidos de la propia paciente como del abdomen inferior o de la espalda”, indicó la experta.

“El rostro suele ser la zona corporal de mayor exigencia a la hora de la cirugía reparadora, a la hora de reparar secuelas de accidentes o tumores en la pielexplicó Losardo, quien además se desempeña como Jefe del Servicio de Cirugía Plástica del Hospital de Oncología María Curie

Restaurar la función

El cirujano plástico Andrés Dimópulos, Jefe del Servicio de Cirugía Plástica del Hospital Durand, explicó que  «en el caso de un paciente que tuvo una fractura expuesta de tibia y peroné es necesario realizar un colgajo muscular, utilizando tejidos de otra parte del cuerpo para que la pierna pudiera volver a ser utilizada y así evitar su amputación». Añadió que tras estos procedimientos es importante el cuidado posoperatorio y la rehabilitación.

“En los traumatismos maxilofaciales, las fracturas de cara por accidentes en la vía pública son las más frecuentes, ya que en estos casos la atención temprana salva vidas y devuelve la función con las mejores posibilidades de curación total» detalló por su parte el doctor Flavio Sturla, ex Presidente de la  SCPBA.

Un capítulo importantísimo de la rama reconstructiva es la cirugía plástica infantil ya que «la consulta temprana de un niño con problemas de fisura en su labio, paladar y/o nariz, le da más posibilidades para lograr un tratamiento exitoso», señaló el doctor Rubén Aufgang, Jefe del Servicio de Cirugía plástica del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez. Remarcó que «la consulta tardía de esta enfermedad dificultan los buenos resultados funcionales y estéticos».

Por su grado de complejidad y por la diversidad de técnicas, la cirugía del quemado constituye una rama particular de la especialidad reconstructiva. Según explicó el doctor Vicente Bertone, jefe de Cirugía Reconstructiva del Hospital del Quemado, “la principal tarea es recuperar la función de los tejidos, que es lo primero que suele perderse a causa de las lesiones”.

En las quemaduras de cierta profundidad no solamente se ve afectada la parte más superficial del cuerpo, sino también los músculos y las articulaciones, y el cirujano plástico debe intervenir lo más rápidamente posible para poder devolverle a estos órganos la capacidad de movimiento. “Hay intervenciones inmediatas en quemados agudos, que se deben realizar lo antes posible para poder asegurar el mejor de los resultados, y otras intervenciones que se realizan en forma mediata”, agregó Bertone.

La más avanzada de las técnicas para la colocación de colgajos en pacientes con quemaduras –o con otro tipo de lesiones– es la microcirugía, que se realiza con microscopio en el quirófano, y que consiste en el meticuloso trabajo de conexión de los vasos sanguíneos y las terminales nerviosas del colgajo con las del área receptora.

Las quemaduras en el rostro suelen producir el achicamiento de los orificios –párpados, boca, nariz–, con lo cual la intervención quirúrgica debe procurar reabrirlos. “Probablemente no podamos recuperar los movimientos del párpado o los labios, pero se logra que el paciente pueda utilizar los ojos y la boca”, ejemplificó.

Otras de las partes que más frecuentemente pierden sus funciones ante accidentes de este tipo son las articulaciones, y la técnica para repararlas depende de la profundidad de la quemadura. “Puede requerir simplemente un injerto de piel, o ser necesario remplazar los tejidos que rodean a la articulación. En última instancia, incluso puede requerirse realizar el reemplazo de la articulación por una prótesis, en cuyo caso tenemos que acudir a técnicas similares a las de la cirugía traumatológica”, concluyó.

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