La diabetes aparece por primera vez en el listado de las diez principales causas de muerte en el mundo, del que salió la tuberculosis y esas causas varían entre países de altos y bajos ingresos, de acuerdo a un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Este organismo de Naciones Unidas actualizó su listado de las diez principales causas de muerte, entre las que se mantienen varias enfermedades no transmisibles como las patologías coronarias, los accidentes cerebrovasculares, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y en la que aparece la diabetes, por primera vez.
La OMS utilizó datos relativos a 2011, año en que estiman que murieron en todo el mundo 55 millones de personas.
De acuerdo al informe las enfermedades no transmisibles son responsables de dos de cada tres fallecimientos (36 millones), más que hace diez años, cuando representaban el 60% de todas las muertes (31 millones).
La primera causa de muerte siguen siendo las enfermedades cardiovasculares, que mataron a casi 17 millones de personas y representaron tres de cada diez fallecimientos. De ellos, unos 7 millones lo hicieron por una cardiopatía isquémica y 6,22 millones debido a un accidente cerebrovascular.
A ambas dolencias le siguen en el ranking las infecciones de vías respiratorias inferiores (causantes de 3,2 millones de muertes), la EPOC (3 millones), enfermedades diarreicas (1,9 millones), el VIH/sida (1,6 millones), los cánceres de tráquea, bronquios o pulmón (1,5 millones), la diabetes mellitus (1,4 millones), los accidentes de tráfico (1,3 millones) y los nacimientos prematuros o el bajo peso al nacer (1,2 millones).
Precisamente la OMS señala que de las «diez» sale la tuberculosis, que no obstante sigue entre las quince principales causas de muerte provocando un millón de fallecimientos en 2011.
En su informe, el organismo destaca como las causas de muerte pueden variar entre países de altos y bajos ingresos.
Mientras que en los países ricos las enfermedades no transmisibles representan el 87% de todos los decesos, en los países de bajos ingresos apenas representan el 36%, y ganan protagonismo enfermedades como el VIH/sida, las enfermedades diarreicas, la malaria o la tuberculosis, que representan un tercio de todas las muertes.
También hay diferencias en la edad de los fallecidos. En los países de ingresos altos, 7 de cada 10 muertes se producen en personas de más de 70 años y sólo un 1% de las muertes son de niños menores de 15 años.
En los países de bajos ingresos, en cambio, casi 4 de cada 10 muertes se producen antes de los 15 años y sólo 2 de cada 10 después de los 70 años, entre las personas de 70 años y más.
Las complicaciones derivadas de un parto prematuro, la asfixia al nacer y las lesiones al momento del parto también se encuentran entre las principales causas de muerte, lo que se cobra la vida de muchos recién nacidos y lactantes.
En este sentido, la OMS pone de relieve que de los 6,9 millones de niños que murieron antes de cumplir los cinco años en 2011 casi todos (99%) fueran de países de bajos y medianos ingresos. Además de las complicaciones al nacer, la neumonía o las enfermedades diarreicas, la malaria sigue siendo una importante causa de muerte a estas edades, especialmente en Africa subsahariana, donde causa aproximadamente el 14% de los menores de cinco años.
Además, alrededor del 43% de las muertes en niños menores de 5 años en 2011 se produjo durante sus primeros 28 días de vida.
Por otro lado, la OMS también destaca como el consumo de tabaco sigue siendo la principal causa de muchas de las principales enfermedades mortales del mundo, como la enfermedad cardiovascular, la EPOC o el cáncer de pulmón.
En total, el consumo de tabaco es responsable del fallecimiento de alrededor de 1 de cada 10 adultos en todo el mundo, siendo la causa oculta de muchas enfermedades mortales, según especificó la agencia Europa Press.
De igual modo, también muestran su preocupación por el elevado porcentaje de muertes provocadas por un accidente o una lesión (9% del total). De todas ellas, los de tráfico siguen siendo la causa más frecuente, casi 3.500 vidas perdidas cada día, unos 700 más que en el año 2000.