El Gobierno español intentará que la Unión Europea (UE) presione con una voz única a las redes sociales para que bloqueen o eviten la proliferación de perfiles que fomentan la anorexia. Lo hará después de que Twitter rechazara una petición de España al respecto, amparándose en la libertad de expresión, dijo el jueves el Ministerio de Salud.
La ministra del área, Leire Pajín, llevará el asunto a la próxima reunión de responsables sanitarios de la UE, prevista para principios de octubre. El objetivo es intentar adoptar una posición común y realizar una petición en nombre del bloque, «que obviamente tendrá mucho más peso que si lo hace España sólo», dijo una portavoz de la cartera sanitaria de ese país.
«Entendemos que es un problema que no es nuestro, sino general y es una situación que se genera con las redes sociales. (Hay que) tener un criterio común y colectivamente hacer una solicitud y reiterar la solicitud a Twitter y a otras redes sociales en general para que nos ayuden a bloquear o a evitar que proliferen (estos perfiles)», añadió.
El Ministerio de Salud español se dirigió la semana pasada a Twitter para solicitarle que actuara contra lo que considera una proliferación de mensajes a favor de la anorexia y la bulimia en esta red social. Sin embargo, el sitio de microblogs contestó que limitar la libertad de expresión en el portal podría llevar al indeseable resultado de que lo que se permite en la vida real se restrinja «online».
«Twitter cree firmemente en la importancia de la libertad de expresión y trabaja para garantizar que esa libertad es potenciada», dijo la red social en un correo electrónico enviado a la unidad de delitos telemáticos de la Guardia Civil, a través de la cual el Ministerio de Salud español se puso en contacto con la firma.
Las autoridades cursaron su petición a Twitter a través de la Guardia Civil a pesar de reconocer que este tipo de perfiles no eran perseguibles judicialmente porque en España no es delito el fomento de la anorexia y la bulimia.
«Los perfiles y las páginas web sólo se pueden cerrar por orden judicial. Nuestra decisión fue acudir a Twitter con una petición de autorregulación», dijo a Reuters una portavoz del ministerio.
Además de seguir rastreando puntualmente todos los perfiles que puedan ir detectando para notificarlos a la Guardia Civil, Sanidad seguirá pidiendo la colaboración ciudadana para que a través de un correo electrónico cualquier usuario pueda poner en conocimiento de las autoridades perfiles que consideren perjudiciales.
La portavoz del ministerio dijo que había habido una «respuesta muy buena» de los internautas, pero no quiso hacer público el número de perfiles denunciados para evitar «cualquier efecto imitación».
«La presión que pueden hacer los ciudadanos y los usuarios de la redes sociales puede hacer que se establezca algún tipo de mecanismo que, sin menoscabo de la libertad de expresión, pueda llegar a un punto de equilibrio», expresó la portavoz. «No se trata de coartar nada, sino de un ejercicio de autorregulación», insistió.
