La Organización Mundial de la Salud (OMS), en el inicio de la Conferencia Internacional sobre SIDA 2013 en Kuala Lumpur, recomendó ayer nuevas guías para el tratamiento del VIH con el objetivo de alargar y mejorar la vida de los infectados con el virus del sida.
La propuesta de la OMS, según reproduce la agencia DPA, se basa en el uso de la terapia antirretroviral a los pacientes, antes de que comiencen a fallar sus sistemas inmunológicos.
«Las nuevas recomendaciones animan a todos los países a iniciar el tratamiento en adultos que viven con el VIH cuando sus recuentos celulares CD4 caigan a un nivel por debajo de 500 por mm³, pero mientras sus sistemas inmunológicos sean aún fuertes», señala la OMS.
La recomendación anterior, establecida en 2010, ofrecía tratamiento a un nivel de 350 células por microlitro (una millonésima de litro) o por debajo de esa cantidad.
La cantidad de esas células colaboradoras T muestran la fortaleza o debilidad del sistema inmunológico.
La OMS basa su nueva recomendación en la prueba de que un tratamiento más temprano con medicinas seguras y accesibles pueden mantener a los pacientes sanos y bajar la cantidad de virus en la sangre, lo que reduce también el riesgo de la transmisión.
La organización cree que de esta manera hasta 2025 podrían evitarse tres millones de muertes y 3,5 millones de contagios.
La OMS propone también que todos los niños infectados menores de cinco años, embarazadas, madres lactantes y personas con parejas no infectadas reciban también medicamentos, independientemente del estado de conteo sanguíneo.
El tratamiento recomendado consiste en la combinación de tres activos antirretrovirales en una única píldora que se tomaría una vez al día: entenofovir, lamivudina y efavirenz.
«Así podríamos alcanzar más rápido el objetivo de una generación libre de sida», dijo el director de UNICEF, Anthony Lake.
«Estas recomendaciones representan otro salto adelante en una tendencia de objetivos cada vez más altos y de logros cada vez mayores», saludó la directora general de la OMS, Margaret Chan.
«Con casi 10 millones de personas sometidas a una terapia antirretroviral, vemos que esas perspectivas, impensables sólo hace unos años, pueden ahora acelerar el ritmo necesario para empujar a la epidemia del sida a una caída irreversible», añadió.
Según los datos de la OMS, 9,7 millones de personas en el globo son tratadas con antirretrovirales, mientras unos 7 millones de infectados no tendrían acceso a medicinas.
Las recomendaciones del organismo sirven de guía en todo el mundo, donde viven más de 34 millones de personas con el virus del sida, el 69% en el África subsahariana.
Según la OMS, en estos momentos está en marcha un gran estudio que debe probar si el inicio más temprano de un tratamiento aporta ventajas a los pacientes. Los resultados no se esperan sin embargo hasta 2015.
El impacto de la medida
El médico infectólogo argentino Pedro Cahn calificó como un “hecho histórico el cambio en las guías de la OMS”.
«La trascendencia de este hecho es que en la práctica se acerca mucho al concepto de testear y tratar a la mayor cantidad de personas posibles, porque hoy sabemos que si lográramos poner en tratamiento a todos los pacientes con VIH del mundo erradicaríamos la transmisión del virus», explicó Cahn a la agencia Télam.
Cahn, quien integró la comisión técnica que asesoró a la OMS para tomar esta resolución, explicó que la medida «tendrá gran impacto en países de África y también de América Latina que daban tratamiento sólo a los pacientes con menos de 350 CD4».
«En nuestro país esta resolución no afecta, ya que Argentina brinda tratamiento a personas con 500 CD4 o menos desde octubre de 2011, siendo el primero América Latina en tomar esta acertada medida y seguido solamente por Brasil y Bolivia», señaló.
Según el especialista, que es jefe de Infectología del Hospital Fernández y dirige la Fundación Huésped, «los esfuerzos deberían ahora concentrarse en mejorar el testeo ya que por cada dos personas con VIH, una lo desconoce, entonces es indispensable que busquemos la manera de llegar a la mayor cantidad de personas posibles testeadas».
Las medidas adoptadas por la OMS se presentan en el marco de una línea de trabajo mundial que es «el tratamiento como prevención» y que implica que una persona que recibe drogas antiretrovirales no sólo se beneficia a sí, sino que reduce la carga viral hasta niveles en donde no puede transmitir el virus, por lo cual es un beneficio para toda la sociedad.