Leptospirosis: atención con las ratas y la acumulación de agua

Las inundaciones que se produjeron este año en provincias como Santa Fe y Entre Ríos han dado lugar a brotes de esta  enfermedad grave, asociada principalmente al ámbito rural. Pero también puede aparecer en las ciudades, dado que su principal vector son las ratas.  Es capaz afectar varios órganos y provocar la muerte si no se trata de inmediato.

La leptospirosis se trata de una infección contagiosa causada por la exposición a una bacteria “Leptospira”, transmitida a través de la orina de animales infectados. Es una enfermedad rara, pero en casos graves, puede provocar la muerte. Por lo general, se transmite por los roedores y suele producirse en los climas cálidos y templados.

 

El período de incubación de la leptospirosis es de tres a 21 días. Los síntomas más comunes son fiebre, sequedad en la boca, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, diarrea, dolor muscular y escalofríos. También puede producir conjuntivitis, aumento del tamaño del hígado y del bazo, dolor articular y erupciones.

 

En casos graves, puede afectar el riñón, el hígado, el cerebro, los pulmones y el corazón. La seriedad del caso dependerá de subespecie de la bacteria de que se trate, de la cantidad de bacterias que hayan ingresado en el organismo, del estado de salud general del paciente y del tiempo transcurrido hasta recibir atención.

 

Puede tratarse con medicamentos como cloranfenicol, penicilina y eritromicina. Sin embargo, los casos de más riesgo probablemente requieran una terapia complementaria. Cuando es asistida a tiempo, el resultado suele ser favorable, pero pueden quedar secuelas de por vida si se vio dañado algún órgano. La muerte es otra posible consecuencia de no recibir atención en forma oportuna.

 

La infección se produce cuando la orina del animal infectado ingresa en el torrente sanguíneo de la persona. Por lo general, este proceso se produce de manera indirecta, cuando una persona bebe el agua infectada o realiza una actividad en zonas con barros contaminados por el líquido del roedor y la bacteria ingresa en el cuerpo a través del contacto con la piel.

 

Para que se produzca el contagio, es necesario que la bacteria llegue a la sangre de la persona. Esto puede producirse principalmente a través de lesiones (como cortes y raspaduras) y por entrar en contacto con las mucosas de los ojos, la nariz y la boca.

 

Una de las actividades de más riesgo son las acuáticas: nadar en aguas dulces, en particular en lagos, es un deporte muy peligroso si el agua está contaminada, dado que es prácticamente imposible prevenir la ingesta y el contacto de la piel con el agua. Otras actividades riesgosas son la pesca, el esquí acuático y el kayakismo.

 

El agua de mar no representa un riesgo, ya que la bacteria Leptospira no logra sobrevivir en el agua salada. Las piletas que tienen cloro tampoco son riesgosas, ya que, aplicado en una cantidad adecuada, dicho producto logra eliminar el agente infeccioso.

 

Además de los veterinarios, los trabajadores que realizan tareas en zonas húmedas o empantanadas también corren un alto riesgo de contagio, por lo que se recomienda usar equipos de protección. Además, la leptospirosis suele tener brotes luego de una inundación o de temporadas de lluvias.

 

 

Medidas de prevención

 

Una de las medidas más importantes que pueden tomarse es eliminar la fuente de contagio, en particular, los roedores. Cuando ello no es posible, deben seguirse otras pautas: evitar nadar en aguas estancadas o posiblemente contaminadas y desinfectar las superficies que puedan haber entrado en contacto con estas especies, como los tanques de agua y los envases de los alimentos y bebidas enlatadas. Además, es fundamental evitar la acumulación de agua. Cuando haya recipientes con líquido, debe tapárselos bien a fin de evitar la entrada de ratas y ratones.

 

Si existe la posibilidad de que el agua para consumo haya entrado en contacto con la bacteria, debe optarse por tomarla embotellada y, cuando ello no sea posible, hervirla durante al menos cinco minutos. Si la persona trabaja o se desenvuelve en un ámbito de riesgo, debe usar vestimenta protectora, como botas y guantes. Los animales domésticos también pueden contraer leptospirosis, por lo cual es fundamental lavarse bien las manos después de limpiar los desechos de las mascotas.

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