Una de las compañías más exitosas e importantes en las últimas décadas ha sido y es Microsoft de Bill Gates. Julie Bick trabajó allí durante cinco años y actualmente es una destacada escritora y educadora americana. Se graduó en Cornell y es egresada de la Escuela de Negocios Wharton de la Universidad de Pennsylvania. En su best seller “Todo lo que necesito saber de negocios lo aprendí en Microsoft” transmite algunas ideas y experiencias que nos pueden ser útiles en nuestro trabajo diario. Mi deseo es compartir con ustedes algunos de sus comentarios y reflexiones.
En relación al trabajo, ella recomienda: no desesperarse si uno no crece pero está disfrutando de lo que hace, ya que una posición dura mucho tiempo; tener siempre el CV al día; encontrar un equilibrio entre el trabajo y las actividades no laborales (familia, hobbies, clases de yoga o gimnasia, cine, teatro o conciertos, aprendizaje de idiomas, viajes); no hacer reuniones antes de las ocho de la mañana, después de las cinco de la tarde o los fines de semana; aprender de los errores y no mortificarnos por haberlos cometido, sino tomarlos como parte de la experiencia que uno va haciendo mientras viva.
A las personas que trabajan en una compañía, cualquiera que sea su posición, les sugiere tomar decisiones y actuar como si la empresa fuera de ellos. Si tienen un jefe, les aconseja que no le hagan perder el tiempo, lo ayuden en sus proyectos y le lleven soluciones y no problemas.
Además, Julie destaca que los equipos de trabajo son fundamentales para desarrollar cualquier proyecto. Se deben armar dando a cada individuo una posición y actividades acordes a sus fortalezas. El coordinador debe ser flexible, tener características de líder e incorporar al grupo miembros inteligentes, proactivos y entusiasmados con el proyecto. Si los objetivos del grupo no se pueden llevar adecuadamente, recomienda discutir y cambiar el rumbo.
Es muy importante en la vida el buen manejo del tiempo. Hay que tener presente que las reuniones laborales son actividades que consumen mucho tiempo. Por ello, hay que administrarlo bien. Para Julie, conviene preguntarse si uno tiene que ir o puede mandar a alguien, y si uno participa y tiene alguna responsabilidad en la reunión. Además, es importante comenzar a tiempo, tener una agenda para discutir los temas, tratar de escuchar más que hablar, hacer que las reuniones sean sintéticas, interesantes y no prolongadas, mantener un clima agradable y de buen humor. Y, sobre todo, tenemos que recordar que los cinco minutos finales son los más importantes. Una buena reunión nos permite resolver problemas, compartir información y dar lugar al nacimiento de nuevas ideas.
Finalmente, Julie da algunas ideas para el manejo de la comunicación: evaluar periódicamente la imagen de la empresa o actividad que desarrollemos y, si no es buena, cambiarla; conocer muy bien todo lo que se hace, para poder informarlo en un viaje de ascensor de manera rápida y breve (La ley del Ascensor), e impartir a las comunicaciones el estilo propio, “usar nuestras palabras”. En relación a los e-mails, nos recuerda enviarlos cuando estemos con tiempo y buen humor.
Estas estrategias que Julie aprendió durante su carrera, también pueden ayudarnos a nosotros a sentirnos más eficientes y exitosos en nuestro trabajo diario.