Doce asociaciones médicas, convocadas por la Academia Nacional de Medicina evaluaron pautas para la detección precoz del cáncer de colorrectal, una enfermedad cuyos tumores pueden desarrollarse diez años antes de que aparezcan los primeros síntomas. Recomendaron cinco métodos para un diagnóstico temprano, ya que en base a las evidencia científica, la mortalidad bajaría en un 80% de los casos.
Las técnicas deben ser utilizadas de acuerdo a la edad del paciente y sus riesgos de padecer cáncer. En primer lugar, el método de la sangre oculta en materia fecal, que se hace en laboratorio y carece de riesgo, debe realizarse una vez al año en personas sanas a partir de los 50 años y hasta los 75. Este análisis es apto para quienes carecen de factores de riesgos, no presentan síntomas ni pólipos previos y no poseen antecedentes familiares de la enfermedad.
Otro examen para los individuos aparentemente sanos que debe realizarse una vez cada cinco años es la sigmoidoscopía, donde mediante un dispositivo óptico se observa el sigmoideo del colon, lugar que se ubica el 60% de los cánceres. También se puede optar por una colonoscopía tradicional cada 10 años, método en el que se introduce por el recto un tubo flexible y delgado con una cámara por un lapso de 30 minutos y requiere el suministro de un sedante suave.
Entre las últimas opciones están la colonoscopía virtual o colonografía una vez cada cinco años, donde se explora la totalidad del área con una tomografía computada, por lo que se evitan daños. También recomiendan la radiografía de colon por enema doble contraste, para las que se coloca líquido baritado y aire en la zona y requiere preparación previa.
A las personas con riesgo moderado, los especialistas sugieren una colonoscopía cada tres, cinco o diez años y las más susceptibles deben repetir el examen con más frecuencia y a edades más tempranas.
