CENTRO DE INVESTIGACIONES DE PLAGAS E INSECTICIDAS |

Pediculosis, una epidemia que crece en verano

Expertos alertaron sobre el riesgo de no eliminar este parásito en niños. Recomendaron el uso habitual del peine fino, la higiene de ropa, sábanas y toallas y advirtieron que no se debe recurrir a remedios caseros.

El riesgo de contagio de piojos en los niños aumenta en el verano debido a que la asistencia de los chicos a las colonias de vacaciones, playas, piletas y plazas genera más contacto entre ellos y hace que se propague más rápido la pediculosis, alertaron fuentes científicas.

Los piojos son parásitos que viven todo el año sobre la cabeza de las personas y constituyen una verdadera epidemia mundial altamente contagiosa, de fácil propagación y la padecen principalmente niños entre los 4 y 12 años.

Claudia Vassena, bióloga del Centro de Investigaciones de Plagas e Insecticidas (Cipein), sostuvo que «lo primero que hay que aclarar es que la pediculosis es una enfermedad y, por lo tanto, hay que curarla».

Vassena alertó que «en general los niños no se preocupan por la presencia de piojos, la frase más común que se escucha es que todos tienen, pero hay que entender que es fundamental actuar rápidamente ante los casos de pediculosis y curarla para evitar complicaciones».

Las recomendaciones básicas de los profesionales de la salud para evitar la pediculosis, sobre todo en el verano, son el uso habitual del peine fino, la higiene de ropa, sábanas y toallas y no compartir peines y gorras.

Pero cuando ya se produjo el contagio, lo más importante es actuar inmediatamente porque mientras más tiempo transcurra, los piojos se quedan en la cabeza y se reproducen, aumentando su número y haciendo más difícil removerlos.

Vassena reconoció que «en la actualidad el problema de la pediculosis se ve agravado por la resistencia a los insecticidas convencionales» debido a que el piojo, como toda población de insectos, genera sus defensas ante distintos compuestos que la atacan.

Pero alertó que ante este fenómeno “no se deben probar métodos alternativos que suelen ser perjudiciales para la salud de los niños, sino usar los distintos compuestos que están autorizados para su uso«.

Señaló que «muchos padres recurren a métodos que pueden dañar la salud de sus hijos como el uso de kerosene, insecticidas o las pipetas para perros, para combatir los piojos».  Pero insistió en que «esos productos no se deben utilizar nunca en niños porque pueden causarles serios trastornos de salud, hay que emplear productos que no sean tóxicos«.

El síntoma más característico de la pediculosis, muy común con la llegada del calor, es el prurito intenso, que suele provocar excoriaciones de rascado, lesiones urticarias y con relativa frecuencia, infecciones bacterianas secundarias.

La OMS sostiene que la lucha contra la pediculosis depende en buena medida de la educación de la población y la mejora de las viviendas. Un informe de la entidad sanitaria internacional consideró que las personas perjudicadas deben recibir tratamiento precoz y seguimiento posterior para detectar posibles recaídas.

Señaló que en las escuelas o lugares donde hay niños deben realizarse inspecciones sistemáticas del cuero cabelludo con periodicidad y en los centros hospitalarios se debe prestar especial atención a la limpieza de los peines, cepillos y prendas de vestir.

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