Un día para tomar conciencia sobre el linfoma

Ocupa el quinto lugar entre los cánceres más comunes a nivel mundial, y el primero en adultos jóvenes de entre 20 y 35 años. El 15 de septiembre se conmemora el día de esta enfermedad.

El linfoma es el quinto tipo de patología oncológica más común a nivel mundial, y el primero en adultos jóvenes de entre 20 y 35 años. Cada año, unas 20 por cada 100 mil habitantes de nuestro país lo contrae. Sin embargo, pocos son los que conocen de qué se trata en realidad esta enfermedad. Por este motivo, cada 15 de septiembre se celebra el Día Mundial del Linfoma con el objetivo de incrementar el conocimiento de la sociedad sobre dicha patología.

El linfoma es un crecimiento anormal de células malignas en el sistema linfático, que a su vez  provoca un crecimiento anormal en los ganglios. Por lo general, se presentan en el cuello, las axilas o la ingle.

Los dos grandes tipos de tumor linfático son los Hodgkin – de características malignas – y los No Hodgkin. Estos últimos – que afectan a los glóbulos blancos llamados “linfocitos” – son los de menor gravedad y también los más comunes.

A veces la enfermedad es difícil de detectar porque la inflamación del ganglio no se produce, pero sí hay un cansancio inusual, mucha traspiración, pérdida de peso, fiebre nocturna y picazón o tos persistentes. Otras veces sólo se da la hinchazón indolora del ganglio, y en otros casos, los síntomas aparecen combinados.

La consulta temprana al médico resulta fundamental para realizar un diagnóstico lo más rápido posible y detectar el linfoma en un estadio precoz, lo que aumenta las posibilidades de cura en las enfermedades oncológicas. De todas formas, se trata de un tipo de enfermedad con muy buena respuesta a los tratamientos. La mayoría de las veces, el diagnóstico es quirúrgico y en un 70 % de los casos el paciente resulta curado.

Las personas con déficit en la inmunidad tienen un mayor riesgo de padecer linfoma, por ejemplo, pacientes con VIH o receptores de un trasplante de órganos, que fueron sometidos a inmunosupresores.

Cada linfoma requiere un abordaje terapéutico diferente, pero los tratamientos convencionales ahora incluyen diversos regímenes de quimioterapia, radioterapia e inmunoterapia, o combinaciones, dependiendo del paciente y su contexto.

Como toda enfermedad oncológica, es importante la información, contención,  el apoyo al paciente y a su familia.

*Dra. Marcela Polizzi, médica oncóloga, Directora de Fundación – Centro Médico OncoSalud

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