Un estudio epidemiológico conducido en el Sanatorio Mater Dei en niños menores de 5 años con gastroenteritis severa, estimó que el rotavirus es responsable del 39% de las consultas por diarrea infantil y del 42% de las internaciones en Argentina. Así se convierte en el agente patógeno que provoca este cuadro con más frecuencia en esta población, sin importar la condición socioeconómica.
Los costos directos por este virus en niños alcanzarían anualmente los 27,7 millones de dólares, incluidos los gastos por atención en consultorio externo, emergencias e internación, entre otros y dentro de los costos directos no médicos, el uso de transporte, el empleo de pañales extra y la contratación de personal extra para cuidar al enfermo.
La morbimortalidad asociada a la diarrea está determinada por el nivel socioeconómico y cultural de la población, y la cercanía a los centros asistenciales. En los casos más graves, la deshidratación generada por rotavirus puede llegar a ser mortal.
Este patógeno, cuya principal vía de transmisión es fecal-oral, es muy contagioso y además tiene impacto sobre la familia, ya que puede sobrevivir durante varias horas en las manos y durante días en superficies sólidas como mesadas, pasamanos y utensilios.
La gastroenteritis aguda por rotavirus puede tener entre 3 a 8 días de duración y se suele presentar con vómitos, diarrea acuosa, fiebre y dolor abdominal. En relación a su estacionaldad, el estudio mostró que el cuadro tuvo mayor frecuencia en las estaciones de otoño e invierno y en los menores de 2 años.
Se estima que, en la Argentina, el rotavirus produce entre 80.000 y 100.000 consultas médicas por año y es responsable del 40% de las internaciones por diarrea aguda en los menores de 5 años. A nivel mundial, este patógeno afecta anualmente a 110 millones de niños, de los cuales 2 millones requieren hospitalización. Se calcula que las muertes por este agente superan los 500.000 casos por año.
En relación con las estrategias de prevención, se ha demostrado que las mejoras en las condiciones higiénico-sanitarias no impactan de manera sustancial en la disminución de las muertes e internaciones asociadas a este virus. Proveer agua potable y mejorar la salubridad son medidas que no reducen de manera significativa la propagación de este virus, por eso es importante tomar conciencia de que este agente no puede ser controlado de la misma manera que otras enfermedades transmitidas por el agua.
Las vacunas son una herramienta idónea para el control de las diarreas de origen viral causadas por el rotavirus ya que permiten protección temprana contra la enfermedad, precisamente a partir de las 6 semanas de vida, y de esta forma protegen a los lactantes antes de la edad en la cual existe el mayor riesgo de contraer un cuadro. Es importante destacar que el beneficio que la vacunación brinda es proteger contra diarrea moderada / grave, prevenir las hospitalizaciones y muertes y reducir la mortalidad y el impacto socio económico de la gastroenteritis por rotavirus.
