No son pocos los que eligen los destinos con nieve para las vacaciones de invierno. Pero muchos olvidan de que proteger la piel del sol es fundamental en estos paisajes así como también en tiempos de frío.
Es que la nieve puede reflejar el 80% de la radiación ultravioleta, mientras que la arena o el pavimento lo hacen apenas un 15% y el agua, un 10%. Así lo explicó el doctor Javier Solé, médico especialista en Dermatología de la Clínica San Camilo, por lo que se aumenta el riesgo de quemaduras solares.
“Se sugiere emplear protectores solares de amplio espectro, es decir que tengan protección contra los rayos UVB y UVA. Estos productos tienen que tener un mínimo de factor de protección solar de 30, pero es mejor si es de 50 o más”, relató el especialista.
Además, al igual que en el verano, es fundamental aplicarlo 20 minutos antes de la exposición y volver a colocarlo tres horas después, pero si se va a practicar un deporte en la nieve o si se va a realizar una actividad donde la persona transpire, se debe renovar la aplicación con más frecuencia.
“Si se van a hacer actividades fuertes, se prefieren los protectores resistentes o muy resistentes al agua, que luego de inmersión o sudoración intensa mantienen entre un 50 y un 80% de factor de protección solar respectivamente. Además no hay que olvidarse de utilizar anteojos con factor de protección UV”, concluyó Solé.